Aunque pasaran ya un par de días después de ese comienzo tan turbulento, las cenas se habían convertido sin duda en lo peor de los días. Si no llega a ser por los 20 Gigas de datos tendría que aguantar a esos imbéciles darle a la lengua.
Y después las cotorras son las mujeres...
Finalizado el acto, camina hacia su cuarto sin apartar la mirada del móvil, manteniendo una conversación con una de sus mejores amigas y compañera del equipo en EEUU: Danielle Frey. Sino fuera porque la conoce y sabe que sus comentarios bordes son normales ya le hubiera bloqueado hace mucho.
Cierra la puerta tras de sí y se tira en la cama quedando boca abajo. Mete la almohada bajo sus axilas buscando la comodidad para proseguir con su tarea.
──Buenas noches querida Lunes ──le dice Caleb al abrir la puerta, recibiendo un bufido por parte de ella seguido del «Buenas noches». Suelta una pequeña risilla──Qué duermas bien.
La puerta queda a escasos centímetros de cerrarse.
Apaga y suelta el móvil, se estira y cierra los ojos quedando al rato dormida.
Se revuelve en la cama adormilada. Abre los ojos quedando boca arriba, suspira murmurando para sí──mm... La boca seca.
Con el cuerpo algo pesado se levanta y sale de allí con el móvil en mano.
──Ni se te ocurra irte. Ven aquí ──suena con voz autoritaria desde adentro de la habitación contigua; una voz que Eri reconocería fácilmente a kilómetros de distancia. Bailong la llevaba molestando desde el numerito de las duchas y las ganas de darle una ostia fueron en aumento desde aquel momento.
Otra voz sonó, respondiendo a la primera, dejando escapar una pequeña risa al comienzo──Je... Tan bueno que eres provocando y tan malo jugando a esto ──la burla se hizo presente a pasos agigantados y de nuevo la risa, esta vez más notoria──. Vaya, el gran Bailong no puede si quiera sacar una mísera escalera de color.
Y ahí estaba, Njord Snio, ni más ni menos. De aquel chico de pelo azul marino no sabría decir con exactitud si le caía bien o mal. Las veces que le cuadró de hablar con él, este siempre le trato con algo de frialdad pero, que igualmente le ayudaba si le preguntaba, no como el capitán y ese tal Doug MacArthur que aprovechaban cualquier hueco para ir a picarla.
Como si ella misma se hubiera transformado en la diana perfecta para recibir sus puyas en forma de dardos envenenados.
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❝ ────── 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄𝐍𝐂𝐄 𝐉𝐀𝐏𝐀𝐍 | 𝗂𝖾 𝗀𝖺𝗅𝖺𝗑𝗒
Fanfiction𝙍𝙀𝙎𝙄𝙎𝙏𝙀𝙉𝘾𝙀 𝙅𝘼𝙋𝘼𝙉 | ❝ «Se dice que no hay nada como el hogar. Acogedor. Cálido. Pero que en sí reconforta y hace a uno estar sumamente cómodo. Una sugerencia por parte de su tío hizo que ella volviera a Japón por sus vacaciones de v...