Esta es la historia de Gun, un joven de 20 años, que tiene que madurar al enterarse que será padre, sin saber si contará o no con la ayuda de su novio, si es que todavía tenían una relación.
Off despertó con mucho dolor en su mano, el golpe que le dio a la pared la noche anterior había sido demasiado fuerte, tanto que no podía ni mover la mano. Además, tenía un dolor de cabeza terrible y una resaca que no hacía más que empeorarlo todo. Pero ni todo el dolor físico se comparaba con el dolor que tenía en el pecho al recordar la cara de Gun mientras lo besaba. No podía dejar de pensar en sus actos, él no era una persona irracional, siempre se comportaba correctamente y nunca perdía el control, años de fingir ser el hombre perfecto, el marido perfecto y tener la familia perfecta, lo había preparado para afrontar cualquier situación sin perder la paciencia, pero con Gun todo era distinto, no podía controlar sus emociones. Escuchar que lo había olvidado había sido un golpe duro, porque él no lo había podido olvidar ni un solo día de los tres años que estuvieron separados. Por esa razón cuando escucho que ese niño angelical, su niño, se había convertido en alguien que pasaba la noche con cualquiera perdió la cabeza y solo pudo dejarse llevar por el rencor que sintió en el momento, sin pensar que se arrepentiría tanto, al punto de querer morirse, cuando vio esos hermosos ojos llenos de lágrimas.
No podía parar de pensar en lo estúpido que había sido, era obvio que un hermoso niño como Gun no lo esperaría toda la vida, él era joven, sin mencionar que había sido víctima de un terrible engaño. Sin embargo, en su corazón siempre tuvo la esperanza de haber sido alguien tan especial para Gun, que no lo pudiera olvidar así pasarán los años, como le ocurría a él, que no olvidaría a ese pequeño mientras viviera. Solo con él conoció el amor y había esperado tres años para poder volver a verlo, pero la había cagado en las dos oportunidades que había tenido, eso lo convertía en el idiota más grande del mundo. Sin embargo, por más vergüenza que sintiera por sus actos, no podía dejar de pensar en él y en cómo recuperarlo, pero esta vez no iba a perder la oportunidad, tendría que hacer su mejor esfuerzo para que Gun lo entendiera y lo perdonara, pero para eso tenía que sacarse esa mascara que había construido durante esos años y hablarle con el corazón, sin ser sarcástico y sobretodo sin alcohol en su sistema.
Trató de pensar como hacer para reconquistar a su pequeño, pero el dolor en su mano se estaba volviendo insoportable. Tenía que hacerse revisar la mano antes de volver a su casa con su hija, así que decidió pasar por la clínica antes.
Gun
Al levantarse tenía los ojos hinchados y un dolor terrible de cabeza, buscó su celular y encontró la sorpresa más increíble, tenía una notificación del banco que le informaba que le habían hecho un depósito a su cuenta de $50.000. Cuando leyó todo el mensaje descubrió que la persona que lo había hecho era, nada más y nada menos que Jumpol Adulkittiporn. Gun no lo podía creer, menos después del fracaso que fue su encuentro con el mayor. Eso lo hizo dudar, tal vez Off se había olvidado de cancelar el depósito o de verdad lo estaba tratando como una puta. Esto último le revolvió el estómago, pero si por el contrario, en realidad el hombre se había olvidado de cancelarlo, tenía que actuar antes de que advirtiera su error. Así que rápidamente transfirió el dinero para pagar la cuenta del hospital. Luego se dispuso a arreglarse para ir a visitar a su querido hijo.
En la clínica
Antes de pasar a ver a su hijo, Gun decidió hablar con el administrador para averiguar cuando podían operar a su niño. Tocó la puerta y entro.
- Hola. Quería averiguar sobre la operación de mi hijo- habló lo más tranquilo que pudo, a pesar de lo tenso que sentía por todo lo que había vivido los días anteriores.
- Señor Atthaphan, lo estaba esperando para informarle que el pago que realizó llegó en el momento justo, así que hemos programado la operación de Win para hoy mismo, ya que cuanto más pronto suceda más rápido usted se podrá llevar a su hijo a casa- dijo el hombre con una sonrisa en el rostro, que de alguna manera tranquilizo al pequeño.
- Gracias- dijo Gun con lágrimas en sus ojos, estaba tan agradecido que abrasaría al hombre si no fuera tan tímido.
- No se preocupe, ahora si quiere pude ver a win hasta que llegue la hora de la operación- dijo el administrador. Gun agradeció una vez más antes de salir para ir a ver a su pequeño. Estaba tan agradecido por estar un paso más cerca de que se acabara el infierno en el que vivía desde que le informaron de la gravedad de su hijo.
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Gun pasó la última hora abrazando y besando las hermosas y rellenitas mejillas de su hijo, adoraba a su bebé, era lo mejor que le había pasado en la vida. Pero ahora esa paz que sentía cuando abrazaba a su bebé no era suficiente para calmar su corazón, el saber que su niño sería operado en unos momentos lo estaba matando, necesitaba que alguien lo acompañara en ese momento de tanta incertidumbre, así que decidió llamar a la única persona con la que contaba incondicionalmente, Oabnithi.
El momento de la cirugía por fin llegó, Gun estaba tan nervioso que no paraba de dar vueltas. Fue justo en ese momento que llegó Oab y lo abrazó, y Gun por fin pudo soltar toda su angustia en los brazos de su mejor amigo.
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A la distancia, Off fue testigo de ese abrazo, aunque preferiría nunca haberlo visto. En ese momento se olvidó del dolor en su mano y salió furioso del lugar, atropellando a quien se cruzara en su camino. Maldiciendo a todos y así mismo por ser un idiota al creer que podía recuperar a Gun tan fácilmente, y por no haber considerado que el más joven ya lo había olvidado hace mucho tiempo.
De camino a la ciudad, solo podía pensar en todo el tiempo que había perdido y en cómo no había hecho nada para mejorar su vida en todo ese tiempo. Pero ya no más, estaba decidido a dejar todo atrás y continuar con su vida.
