BLIND LOVE [Changlix]

[15]

— Abre la boca.

– ¡No! déjame en paz.

Changbin suspiro.

Era la tercera vez que trataba de que su novio
comiera algo, pero se negaba rotundamente.

– Si quieres que te den el alta, debes

mejorarte y para eso, es necesario que comas.

– La comida del hospital es horrible.

Felix parecía un niño pequeño haciéndole
una rabieta a su madre porque no quiere
comerse sus verduras.

– Como sea, me rindo. –Changbin, frustrado
y de mal humor, dejó la bandeja en la
pequeña mesa que había al lado de la camilla.

Pasaron unos minutos de silencio absoluto,
algo incómodo en opinión del menor.

– Estas raro desde que viniste de hablar con
Woojin— Le dijo. — Anda, habla.

Changbin sabía que debía comentarle acerca
de lo que Woojin le dijo, pero no sabía cómo
podría llegar a tomarselo.

– No te quedes callado, sabes que odio el
silencio. – Murmuró Felix.

– Tengo que decirte algo importante, pero
antes, quiero que comas tu comida, ¿Oíste?

El menor infló sus mejillas cual niño pequeño, pero terminó aceptando esa especie de trato.

Luego de finalmente terminar la comida
asquerosa, Changbin simplemente soltó todo
lo que Woojin le había dicho.

– Está es una decisión que te concierne a ti,
si tú decides no hacer la operación, por
supuesto que te comprendería, quiero decir,
el riesgo es grande. Pero si decides hacerla a
pesar de todo, también estaré allí, y me
aseguraré de que seas lo primero que veas al
despertar.

Felix no dijo nada, no al menos durante
varios minutos.

Changbin supuso que estaba analizando lo
que le acababa de decir, sin embargo no se
esperaba que le respondiera tan rápido.

– Se que debería pensarlo más, pero eso sólo
logrará que esté más seguro sobre mi
decisión. – Dijo tomándole de la mano. – lo
haré, quiero que me hagan la operación.

– ¿Estas totalmente seguro de esto? podrías
hablarlo con tus padres... – Murmuró el
mayor.

– No, no, acabo de tomar mi decisión, no te
preocupes, confío en las habilidades como
médico de Woojin y sé que lo hará bien. –
Aseguró acariciandole la mejilla suavemente.

– Está bien, yo también confío en él, pero
sólo quiero estés bien.

– Lo se, no sé que sería de mi sin ti, Changbin.

– Seguirías deprimido, encerrado en tu
habitación todo el día, ¿te das cuenta? no
puedes vivir sin mi, bebé.

Felix susurró un idiota mientras lo golpeaba
sin fuerza en el brazo, aunque en el fondo,
supiera que Changbin tenía razón con sus
palabras.