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Lo último que le dijo Felix antes de que lo
llevaran al quirófano, fue tranquilo, estaré
bien, no quiero enterarme luego de que has
llorado o algo así.

No lloró, pero no pudo evitar estar
sumamente nervioso a medida que los
minutos iban pasando.

Woojin le aseguro que la operación no
superaría los doce minutos, ya que la
aplicación del láser es inferior a los diez
segundos en cada ojo, incluyendo la
preparación previa y correspondiente que se
debía realizar.

Pero aún así, no podía parar de mover
nerviosamente su pierna derecha mientras se
encontraba sentado en una de las muchas
sillas de la sala de espera.

– Deja de moverte, que me pones nervioso a
mi también. — Le reclamó Jisung dándole
un golpe suave en la pierna.

Changbin suspiro.

– Perdona, es que...

– Se como te sientes, solo tienes que
tranquilizarte y sea cual sea el resultado de
todo esto, permanecer al lado de Felix, ahora
te necesita más que nunca.

El profesor asintió mientras se ponía de pie.

– Iré a estirar las piernas para despejarme. —
Dijo comenzando a caminar por el pasillo.

Dio varias vueltas, terminó comprando un
ramo de girasoles, las flores favoritas de
Felix, para dárselas cuando despertara.

Regreso a su asiento y poco tiempo después,
el médico se apareció frente a él.

Para alivio de todos, afirmó que la operación
había finalizado sin inconvenientes serios.

En esos momentos, Changbin si que lloró,
pero de felicidad y podía imaginarse perfectamente a Felix riéndose por eso.

– Dime que puedo pasar a verlo, por favor. –
Le pidió el profesor aún con los ojos
húmedos.

– No deberías, está descansando... pero como
sea, sé que seguirás insistiendo, sólo te
permito cinco minutos, ¿Oíste? — Le advirtió
Woojin señalándolo con el dedo.

Changbin asintió y tomando entre sus manos
el ramo de flores, prácticamente corrió hacia
la habitación sesenta y uno.

Ingreso lentamente, y observó a Felix
claramente dormido en la cama.

Tenía una venda blanca tapándole los ojos y
respiraba de manera tranquila.

Despacio, se fue acercando poco a poco a su
lado y se dedicó a mirarlo por unos segundos.

– Si lloré, ¿sabes? pero me encargaré de que
no te enteres jamás, porque de lo contrario sé
que no me dejarás en paz. — Le dijo sonriendo, aunque sabía que no lo estaba oyendo.

– Esto es lo bueno de tener los ojos
vendados, la gente cree que estoy durmiendo
y oigo todo lo que dicen. – Murmuró Felix
sentándose en la cama.

Changbin puso los ojos en blanco mientras
reía.

– Eres increíble, Lee Felix.

– Lo sé, lo sé. – Dijo acomodándose el
cabello.

El mayor tomó una silla que había allí y la
colocó al lado de la cama, para luego sentarse
en ella, aún con el ramo de flores en sus
manos.

BLIND LOVE [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora