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– Creí haber dicho media hora, tan puntual
como siempre, ¿verdad, Changbin? – Le
recrimino Woojin, en cuanto lo vio ingresar
en la cafetería.

– Pues lo siento, pero tuve algunos
inconvenientes. — Respondió el contrario
mientras tomaba asiento, recordando al
mismo tiempo que si no fuera por Felix,
habría salido a la calle con un pijama de
conejitos.

– Te perdono por esta vez, como sea,
vayamos al punto. – Dijo el mayor, dándole
un sorbo a su café. — Como te dije por teléfono, al parecer hay una manera de que Felix pueda volver a ver.

- ¿Cómo es posible eso? – Interrogó
mirándolo atentamente.

– Trataré de decirlo de manera simple y
resumida, para que puedas entender. – Dijo
uniendo sus manos arriba de la mesa. – Mi
profesor de la universidad, estuvo investigando muy arduamente durante años, yo le estuve ayudando un poco y cuando me contaste sobre Felix, no dude en comentarle acerca de su accidente y cómo fue que quedo invidente, entonces él me mando a preguntarte si no podrías... no lo sé, hablar con tu novio, acerca de una posible operación.

En medio de la explicación, Changbin había
comenzado a morderse las uñas, costumbre
que tenía desde siempre y hacia cada vez que
estaba nervioso.

– No lo sé... no tengo idea de como podría
tomárselo él, ni como podrían tomárselo sus
padres.

– ¿Bromeas? –Woojin soltó un suspiro. –
Estoy cien por ciento seguro de que la idea de
que su hijo pueda volver a ver, sólo les dará
felicidad.

– ¿Y Felix? ¿acaso lo que él opine de todo
esto no importa? – Cuestionó casi que
ofendido.

– ¡Claro que si, por eso quiero que le
comentes la idea! ¡Para saber si él está de
acuerdo o no! – Exclamó alzando la voz,
llamando la atención de los clientes que se
encontraban a su alrededor.

Fue el turno del manor esta vez de suspirar,
sólo que de manera cansada.

– Lo lamento, tienes razón, me alteré un
poco. – Se disculpó en voz baja revolviendo el
café del contrario, que ya se había enfriado.

– Lo noté, pero tranquilo, Felix puede tomarse su tiempo para decidir bien que hacer.

❣️
El Lunes siguiente, Changbin , como siempre,
se encontraba junto a Felix en su habitación
dándole clases.

Pero su mente solo divagaba en lo que le dijo
su amigo, haciendo que cometiera varios
errores en lo que decía, cosa que no paso
desapercibida para su novio.

– Estás raro. – Murmuró el menor
acariciando su pierna derecha. — ¿que te
pasa?

– Nada... — Respondió. — Lo siento,
volvamos al libro. — Dijo tomando dicho
objeto entre sus manos.

– No, no hasta que me digas de una vez que
te pasa. – Se negó frunciendo el ceño.

– Te ves muy lindo cuando te enojas, pero no
me pasa nada. — Trató de tranquilizarlo
depositando un pequeño beso en su mejilla.

Felix suspiro frustrado.

– Te conozco y algo sucede, no estás tan
alegre como siempre. — Le recriminó.

- ¿No tengo derecho a sentirme desanimado
de vez en cuando?

– Por supuesto que si, y por eso quiero saber
que es lo que te aflige.

Changbin se detuvo a pensarlo unos segundos.

Felix finalmente había superado su depresión debido a su discapacidad, y ¿que tal si él le cuenta acerca de la operación, pero resulta que al final no funciona? no quiere que vuelva a caer en ese agujero de tristeza y desilusión.

– De acuerdo, te diré. – Dijo tomándolo de
las manos. — Pero quiero que me prometas
que me dejarás terminar, ¿de acuerdo?

Felix asintió entusiasmado.

— Tengo un amigo que es estudiante de
medicina, y me contó que su profesor, quien
es doctor, parece que encontró una
posibilidad de que... recuperes la visión.

- ¿Qué? – Cuestionó alejandose por el
impacto de la noticia, y debido a eso termino
soltando las manos que lo sostenían. – Eso es
imposible, ¡Todos los doctores me han dicho
que lo mio no tiene solución! – Exclamó
alzando un poco la voz.

– Comprendo como te sientes, creeme, yo
reaccione exactamente de la misma manera,
pero al fin y al cabo, es tu decisión el someterte a la operación o no, yo sólo cumplo con el deber de avisarte de que la oportunidad esta ahí.

– Changbin... quiero estar solo, continuemos
con la clase mañana. — Le pidió tocándose las
cienes con sus dedos.

- ¿Estas seguro? si quieres yo puedo-

– Si, estoy seguro. — Lo interrumpió. —
puedes irte.

A pesar de la frialdad del menor, Changbin no
dudo en acercarse de todas a él y depositar un
largo beso en su boca.

– Te amo, no lo olvides. — Susurró aún sin
alejarse del todo de sus labios.

– Yo también... te amo, Binnie. – Felix le
dio otro pequeño beso, y finalmente luego de
eso, el mayor se fue.

Felix realmente estaba algo confuso.

Desde que tuvo el accidente que se la paso
oyendo de parte de muchos profesionales, que las probabilidades que él tenía de volver a ver, eran nulas.

Le costo tanto tiempo asimilar eso, paso por
tantas cosas difíciles, el tener que aprender a
convivir con esa discapacidad no fue nada
sencillo.

Simplemente le costaba comprender que
hubiera una solución.

Al parcer Changbin se había aparecido en su
vida, no sólo para enseñarle el significado de
amar, sino que también para cambiarla por
completo.

En esos momentos se sentía mal por haberlo
echado así de repente, siendo que él no había
hecho nada malo.

Pero Felix no pudo evitar que su confusión,
se transformara en ira, la cual inevitablemente descargo contra el profesor.

De tan solo imaginar que podría conocer y ver
el rostro de Changbin... le causaba cierto
nerviosismo, pero a la vez también una
felicidad y emoción inmensa.

¿Sería buena idea arriesgarse?

BLIND LOVE [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora