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Se mordisqueó el labio nerviosamente mientras miraba de forma fija la hoja de papel que tenía en frente de ella. Estaba en medio de un examen de geografía y se había quedado atascada en una pregunta. Comenzó a notar una fuerte presión en su pecho y el temblor de sus manos aumentó por momentos mientras releía la pregunta una y otra vez como si eso fuese a devolverle los conocimientos que de golpe se habían ido de su cabeza. 

No podía estar pasándole aquello. 

No podía quedarse en blanco en un examen para el que llevaba días estudiando y para el que Luke le había ayudado tanto. Había comenzado a tomarse en serio sus estudios y no le estaba dando resultados. Quizá en el fondo no valía para estudiar y lo mejor sería que ni siquiera se graduase. Siempre podría encontrar trabajo de dependienta en una tienda de ropa con tallas extra pequeñas para hacer sentir a las adolescentes que estaban gordas y necesitaban adelgazar para ser aceptadas en la sociedad. 

Qué trabajo tan bonito. 

- Davis, ¿piensa quedarse mirando el examen todo el rato?- Le preguntó el profesor por enésima vez al pasar por su lado. 

- No me encuentro muy bien.- Murmuró con voz temblorosa mientras se agobiaba cada vez más por su bloqueo. 

- ¿Quiere ir a la enfermería? 

- No, iré al baño, enseguida vuelvo. 

Se levantó ruidosamente de la silla y caminó rápidamente fuera del aula para encaminarse a los baños más cercanos, encerrándose en un cubículo y sentándose en la taza para después apoyar la cabeza sobre sus manos tratando de calmar su agobio y sus nervios. 

Pero quizá es que por mucho que estudiase ella no valía para aprobar exámenes. 

Aunque antes no era así, no siempre había sido tan mala estudiante, recordaba que al comenzar el instituto no le parecía un lugar tan absurdo y asqueroso, incluso disfrutaba las clases y no le importaba tener que pasarse horas estudiando. 

Qué lástima que todo eso cambiase. 

- Tranquilízate joder, tranquilízate...- Se susurraba a sí misma una y otra vez, pero el temblor de sus manos no cesaba y la presión en su pecho sólo parecía ser cada vez más grande. 

Sacó el teléfono de su bolsillo y lo desbloqueó rápidamente, no sabía muy bien qué iba a hacer. ¿Llamar a Luke? Él estaba también haciendo el examen, aunque se había mostrado muy sorprendido cuando Amy había salido de golpe de la clase. 

Michael. 

Desde la noche de la fogata habían pasado de enviarse mensajes por la aplicación del videojuego a enviarse mensajes de texto diariamente. Hablaban prácticamente a todas horas, aunque la mayoría del tiempo Michael preguntaba cosas sobre ella o discutían sobre algunos grupos de música. El chico tenía una insana costumbre de meterse con todos sus gustos incluso aunque él mismo los compartiese. 

"Amy: Acabo de salir de un examen de geografía porque me he quedado en blanco. Estúpido, lo sé. No sé por qué te cuento esto, estoy en pánico.

Suspiró sonoramente, no podía tardar mucho en volver al aula antes de que el profesor sospechase algo y le retirase el examen. 

"Michael: Vuelve dentro y termina ese examen, si suspendes que sea porque te has quedado en blanco, no porque saliste como una cobarde del examen sin siquiera terminarlo. No seas más estúpida de lo que ya eres." 

Leyó el mensaje unas cuantas veces, sus palabras tenían bastante sentido, por lo que se levantó y volvió de nuevo a la clase para sentarse lo más tranquilamente que pudo en el pupitre ante la atenta mirada de toda la clase. 

They just don't know you || Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora