Just My Monster

Capitulo 3

-¿Una mano? Pregunta el chico extendiendo su mano hacia mi.

Quito su mano de un pequeño golpe de parte mía y me levantó sola.

-Supongo que no nos conocemos, soy Peter Brown. Dijo el chico sonriendo de lado.

-Alicia. Dije caminando hacia el arbusto para recoger mi bicicleta.

-¿Siempre eres así de sería? Pregunto el chico mirándome.

Me detuve. ¿Sería?

-No soy sería. Respondo.

-¡Ya se lo que puede curar tu seriedad! Me dice alegre, como si no hubiese escuchado lo que dije acerca de que no, no soy sería. No mucho.

-¿Un café? Pregunte bromista, claro que no me invitara un café.

-¡Si quieres! Dijo el chico alegre, tomando mi brazo.

-¿Qué haces?

Okey, estoy comenzando a asustarme.

-¿Pues qué más? Te llevare a un café. Incluyo el chico obvio.

Me quede quieta, en shock. ¿Este chico tiene el cerebro mal o que?

El toma mi bicicleta y me sube en ella, para luego ponerla a andar.

¿¡Qué esta pasando aquí?!

Llegamos al café y al hacerlo me baja de la bicicleta.

-Escucha es lindo de tu parte invitarme un café, pero tengo que volver a casa.

Demonios, quiero ser sincera.

-Y... y... ¡ADEMÁS NO TE CONOZCO! Grito en la cara del chico.

-Pero... pero... llevamos cinco minutos de conocernos, ¿no es suficiente? Pregunta el chico deprimido.

Este chico comienza a hacerme dudar, ¿Por qué demonios cree que puede hacer un amigo ¡tan...! rápido?
Comienzo a sentir que, debería aceptar.

-Pues...

-Entiendo, no es la mejor invitación que e echo. Peter baja la mirada. -De echo, creo que es la primera. Dice el, por lo que me tenso. ¿La primera dice?

-Yo... Uh... okey. Digo rodando los ojos.

-¡¿Si...?! Pregunta emocionado tomando mis hombros.

-Pues...

-¡Bien! ¡Vamos! Me toma de el hombro y me mete a la fuerza por la puerta.

~*~

En toda nuestra "cena" no dije ni una sola... palabra. Ni una, en cambio, Peter no dejaba de hablar de lo deliciosa y sabrosa que estaba su café junto a su pastel de chocolate. También hablaba sobre los amigos, sobre que eran muy buenos unos a otros, que los amigos se quieren, que nunca ahí que defraudar y estupideces tan cursis que hasta me daban ganas de vomitar.

No me digan nada, no soy esa clase de chicas que le gustan mucho esas cosas.

-Jamas tuve un un amigo tan callado. Dice el Peter sacándome de mis pensamientos.

-¿Uh...?

-No tomaste ni un sorbo de tu café.

-¿Acaso dijiste amigo? Pregunte.

-¡A si! El sonríe. -Nunca tuve amigos. Le tome un sorbo a mi cafe -pero tu eres la primera amiga que tengo que es tan callada. ¡¿Amiga?!

Escupí mi café.

-Oye, ¿estas bien? Pregunta el chico con su cabeza hacia un lado.

-¿Quien mierdas te dijo que yo era tu amiga?