Aquello sin duda era una tremenda estupidez.
Era como si tuviese el síndrome de Estocolmo.
Tampoco podía creerse como había acabado de aquella manera. Bueno, sí lo sabía porque se lo había buscado
Solo tenía veinte años y desde que tiene memoria le habían pasado cosas que eran demasiado surrealistas. Pero es que aquella se pasaba de surrealista.
Era estudiante de biomedicina en la prestigiosa Universidad J. Desde lo ocurrido en el año 2020 tras la pandemia que casi arrasa con todo el mundo donde los países tuvieron unas deudas astronómicas prácticamente ahorcándolos decidieron que el país menos afectado -y descubridor de la vacuna, claro está- por aquel virus más letal que una legión de zombies, fuese el corazón de la medicina, donde estudiarían cualquier rama de ella.
Y el país elegido fue Japón. Tuvo resultados satisfactorios siendo el país con menos muertes aunque varios contagiados, pero tras la vacuna desarrollada por los mejores médicos del país fue como si hubiesen visto la luz al final del túnel.
Decidieron construir un gran edificio donde poder cultivar conocimientos solo de medicina y aquella había sido la Universidad J. El había entrado gracias a una beca y lloró al saber que había sido aceptado. No por nada le había hecho la pelota en la preparatoria a Tsukishima Kei, uno de sus mejores amigos. Le ayudó a estudiar y logró tener unas notas excelentes.
No podía creer ver tanto nueves y dieces en las notas de final de trimestre.
Aquello hizo que le hiciese un altar al chico. Literalmente le hizo un altar y el rubio solo podía verlo con repulsión por aquello.
Después de unos años y con el avance de la tecnología, construyeron edificios contiguos al edificio principal unidos por largos pasillos con millones de fotos de los graduados. El lugar parecía Hogwarts, la escuela de magia de aquel libro tan antiguo de J.K.Rolwling.
Al final la Universidad J se especializó en medicina e ingeniería, y años después robótica; y una vez graduado tenías un trabajo asegurado.
A Hinata Shouyo, un estudiante de biomedicina de tercer año, le encantaba leer lo que había ocurrido hace mil ciento treinta y cinco años atrás cada vez que le tocaba hacer sus prácticas de laboratorio durante las noches. Le hacía sentirse más cerca de las historias ocurridas hace más de un milenio.
Pero nadie podía culparlo al vivir en el año 3155. Todo tan digitalizado y moderno. Donde en vez de libros habían una fina pantalla como un folio. Aún así habían cosas que se seguían manteniendo como el metro aunque este no tuviese ruedas que fuesen por los raíles, sino más bien flotaba encima de ellos.
¡Pero todo aquello no venía a cuento!
¡Lo de ahora era mucho peor!
Al tener que hacer sus prácticas en la noche, obligatoriamente tenía que rondar por toda la universidad, por que ¡oh, sorpresa! Aún estando en el 3155 seguían robando y la seguridad de los lugares eran igual de mierda que en 2020.
Y cuando llegó al departamento de ingeniería casi se muere del susto. Bueno, su alma salió de su cuerpo y solo está en cuerpo presente. ¡Había alguien robando piezas de robótica!
Parecería nimiedades si no fuera porque ¡estaban en el 3155! No solo la medicina había mejorado. La ingeniería y la robótica habían despegado igual que la medicina y ahora el gobierno creaba androides realmente costosos a los cuales podías confundir con una persona normal si no tenía puesto aquel uniforme que los identificaban como androides.
Las piezas de los androides eran muy caras y la mayoría de las personas las robaban para revenderlas en el mercado negro o tan solo para reparar a su propio androide. Algunas veces la policía lograba detener a los criminales, pero muchos otros se iban de rositas.
![](https://img.wattpad.com/cover/218983941-288-k742620.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi sueño eres tu (AtsuHina)
FanficRecopilación de OS por la AtsuHina Week 2020. Del 7 al 13 de junio. Día 1: Futuro||Crimen Día 2: Soulmates||Fantasía Día 3: Realeza||Universidad Día 4: Domestico||Mutuo Día 5: Rivales||Amigos de la infancia Día 6: Flores||Ídolo Día 7: Día libre 🔞Co...