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• 3:00 PM, martes •
Termino de vestirme y me hago una coleta alta, me miro por última vez en el espejo y bajo las escaleras con mi celular en la mano.
- ¿Vamos?-Le digo a las chicas quienes se encuentran sentadas en el sillón.
Ambas se paran y las tres salimos de casa, cierro con llave y comenzamos nuestro camino hacia el estadio. Hoy, hay un partido de Alexis y Max así que voy a ir a verlos con Sofi y Ari.
- Ya tengo ganas de ver a todos esos chicos sexys jugando al fútbol.-Dice Sofi y comienzo a reír.
- Yo ya tengo a mi propio chico sexy así que mi mirada va a estar solo en él.-Digo refiriendome a Max.
- Pensé que ibas al partido por tu hermano.-Bromea Ari.
- Oh sí, ¿Eso no es lo que dije?-Digo divertida y ambas ríen.
- Mi chico sexy no juega al fútbol.-Dice Ari con un pequeño puchero.
- Pero juega al rugby.-Le guiño un ojo.- ¿Cuando podemos ir a verlo?
- A cualquier entrenamiento en realidad pero aún no hay fecha de partido.-Explica y asiento.
- ¿Y luego del partido te vas a ir con Max?-Sofi me codea y yo niego.
- Eso era lo que él quería en un principio pero como mis padres no están hasta mañana, Alexis va a hacer como una junta con sus amigos en mi casa y yo le dije que no podía faltar.-Digo y las dos bufan.
- Te perdiste una noche de pasión.-Me dice Ari y comienzo a reír sonrojada.
- Ya tuve demasiadas, necesito descansar.-Pongo una mano en mi frente y me tiro hacia atrás haciéndolas reír.
- La que tiene vida sexual activa.-Dice Sofi rodando los ojos divertida y yo solo río.- Aún no tengo chico sexy ni noches de pasión.-Hace puchero.
- No tienes porque no quieres.-Le dice Ari.- Vamos a ver, a una chica como tú no le faltan los pretendientes.-Sofi solo niega y yo golpeo su hombro.
- No lo puedes negar.-Elevo una ceja.
- Ya ya, es que ninguno me gusta.-Confiesa y comienzo a reír.
Continuamos hablando el resto del camino hasta que llegamos al estadio, nos dirigimos a la cancha y luego nos subimos a la parte más alta de las gradas.
- Voy a ir a saludar a Alexis, ¿Me esperan o vienen conmigo?
- Te esperamos.-Dice Sofi y asiento.
Bajo de las gradas y me dirijo a la cancha de adentro dónde están los dos equipos entrenando ya que el partido recién comienza a las cuatro.
Cuando llego veo la cancha dividida en la mitad y me acerco a la zona donde está jugando el equipo de mi hermano y me siento en las bancas que hay ahí. Uno de los amigos de Alexis le dice que estoy ahí, voltea y me saluda con la mano a lo que correspondo.
