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• 4:00 PM, domingo •
Llego a casa acompañada de Ian y ambos entramos ya que la puerta está sin seguro.
- ¿Me esperas aquí? Voy a prepararme y nos vamos.-Digo y él asiente.- ¿Quieres tomar algo? Puedes sentarte en el sillón.
- Tranquila nena, ve tranquila.-Sonríe y se sienta en un sillón individual.
Asiento y voy al lavadero, dejo la bolsa que contiene mi ropa de la noche anterior y salgo para luego subir las escaleras. Voy a mi habitación y busco ropa para ponerme, me decido por un short negro, un cinto y un buzo gris con un estampado del Joker (multimedia). Dejo la ropa elegida sobre la cama y voy al baño, abro el agua y una vez que está en la temperatura adecuada me adentro bajo la ducha. Me doy un baño rápido y salgo, me envuelvo en una toalla y vuelvo a mi habitación.
Una vez ahí, me coloco la ropa elegida y respondo algunos mensajes de mis amigos con los cuales no hablo desde anoche, por el grupo aviso que luego les iba a contar todo. Por último me coloco las Vans y me hago una coleta alta. Decidí no maquillarme, no tengo ánimos para eso.
Salgo de mi habitación y bajo las escaleras rápidamente, Ian se encuentra aún en el sillón mientras habla con mi madre. Me aclaro la garganta para hacer notar mi presencia y ambos voltean a verme, mi madre sonríe y se acerca a mi para luego envolverme en un abrazo maternal.
- Hija no vuelvas a hacer eso de no avisar por Dios.-Suspira y besa mi frente.- No logré dormir en paz.
- Lo siento, en serio.-Trago saliva y sonrío sin mostrar los dientes.- Voy a ir al centro con Ian.-Aviso.
- Claro, es un buen chico.-Dice y yo río levemente asintiendo.
- Nos vemos.-Beso su mejilla.
- Adiós, cuidense.-Besa mi frente y luego se despide de Ian con un beso en la mejilla.
- Adiós señora.-Se despide él y ella finge estar indignada.
- No me digas señora, me hace sentir vieja, dime Elena o suegra, como quieras.-Dice con una sonrisa pícara y yo siento mi rostro arder mientras Ian comienza a reír.
- Mamá por favor.-Digo totalmente roja y ambos ríen.
Tapo mi rostro con mis manos y suspiro. Que vergüenza.
- Bien, vamos.-Me dirijo a Ian quien sigue sonriendo.
- Adiós, suegra.-Bromea y mi madre ríe.
Ruedo los ojos y agarro su brazo para salir de casa.
- Que vergüenza, lo siento.-Digo y él niega divertido.
- No pasa nada, es buena onda.-Se encoje de hombros.
