Vale la pena intentarlo

828 58 6
                                    

Dentro de la gran compañía constructora estaba el líder del equipo de planeación reunido para un nuevo proyecto. Esta vez el arquitecto a cargo era Jean Kirschtein, joven de 34 años el cual era valorado por la empresa al ser un buen líder y sobre todo los planos que diseñaba eran siempre modernistas.

-Sr. Ackerman, estos son los planos para el centro comercial Cerezos. Como pude notarlo, las áreas verdes se han respetado y se han incluido espacios dedicados a las personas con capacidades diferentes aunado a que los materiales que se usaran son principalmente amables con el medio ambiente-El presidente de la compañía analizaba los detalles del proyecto, faltaba solo el visto bueno de él.

-Los costos de la mano de obra y los materiales son razonables. Me agrada el concepto que tienen, es un buen modelo el que me presenta tu equipo de trabajo así que tienen mi aprobación-Todos los esfuerzos por conseguir ese proyecto habían logrado sus frutos.

Ya se habían presentado diez planos de diferentes arquitectos que trabajaban en la misma empresa, de entre ellos habían seleccionado a tres finalistas y el equipo ganador recibirá un bono extra por lo que Jean estaba muy feliz.

-Por cierto, Kirschtein-La mirada de su jefe era de tono azul añil.

Un hombre de baja estatura, piel blanca y hermoso cabello azabache que atraía las miradas de más de una empleada.

-¿Si, señor?-Una persona reservada pero con grandes habilidades para los negocios lo cual ere beneficioso para su empresa.

-El fin de semana me caso, no se lo he dicho a muchos y me agradaría que estuvieras presente-Jean se quedó sin palabras.

Su jefe era una persona a la que michos definían como fría, calculadora y malencarada pero lo cierto era que si lo tratabas bien, Levi Ackerman resultaba ser una persona de lo más común.

-Para mí será un honor asistir a su boda, señor-Terminaba de firma los documentos para iniciar con el proyecto.

-Si lo deseas puedes llevar un invitado. Esta es el pase, como lo dije, será algo sencillo por lo que no irán muchas personas-Jean se sintió agradecido.

Tomo el pase así como los documentos ya firmados y se retiro de la sala de juntas, la felicidad que se reflejaba en su rostro no pasaba desapercibida por el resto de sus compañeros de trabajo.

En sí, Jean tenía dos años trabajando dentro de la constructora por lo que sus compañeros desconocían muchas cosas, pero sabían que era una persona muy responsable en la que se podía confiar cuando las cosas no estaban del todo bien aunado a que conservaba siempre la calma y siempre mostraba una sonrosa relajada aun en los momentos más complicados.

Era agradable trabajar con él, muchos deseaban tenerlo como líder de los proyectos pero dentro de la constructora los equipos se limitaban a cinco personas a lo mucho ocho.

-Me entere de que conseguiste el proyecto, en hora buena-Uno de los arquitectos con más tiempo dentro de la constructora se acercó a Jean.

-Gracias Farlan, has sido un buen amigo-Sonríete aquel de cabellera rubia y ojos avellanados.

-No es nada, pero esta noche tenemos que celebrarlo por lo que invitas las bebidas-Una sonrisa enorme en el rostro de aquel.

-Ok-Un buen amigo que le había ayudado a Jean en los momentos más difíciles.

Era una lastima que Jean no recordara completamente cada uno de los momentos pasados al lado de Farlan pues él era uno de sus mejores amigos.

Conseguirle un trabajo para la compañía de la familia Ackerman no fue sencillo, pero Farlan no solo tenia como amigo a Jean sino que era el mejor amigo del presidente Levi Ackerman por lo que persuadirlo para que contratara a su amigo Jean no fue algo tan difícil.

Atrapa sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora