17-El lazo

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Cállate

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Cállate... cállate... ¡Cállate!

Diablos, su lobo si que era como un niño pequeño. No dejaba de aullar y chillar por su omega, y por más que Jungkook lo enviaba hasta lo más profundo de su pozo mental, su lobo se las ingeniaba para salir y volver a berrear por el omega, su lobo le exigía a Jungkook que lo llevara con él.

Volvió a lanzarlo al pozo mental.

Hace tres días que no veía ni tenía noticias de Namjoon, y por lo términos en los que quedaron aquel día, Jungkook entendió de sobra que no podía llamarlo, estaba obligado a esperar hasta que Namjoon quisiera verlo o de lo contrario el omega lo apartaría más y no era un lujo que pudieran darse. A pesar de todo, Jungkook no quería que nada malo le pasara al omega y cuanto mas rápido se le pasara el enojo y le llamara al alfa para verlo, mejor.

No quería ni imaginar qué tan mal estaba el lobo omega de Namjoon, pues si su alfa ya moría por verlo, el omega debería estar cuatro veces peor. Y no es porque Jungkook se creyera importante para Namjoon, eran hechos que tanto el doctor como el internet se los confirmaban.

-¿Esta todo bien, joven Jeon?-Pregunto la cocinera mirándolo con preocupación, pues Jungkook no paraba de hacer gestos y suspirar, a ojos de la cocinera el joven estaba a punto de sufrir un ataque de estrés.-Ni si quiera ha preguntado por la comida, y siempre es el primero en ver que es lo que preparo-Ladeo la cabeza-Es inusual esta actitud en usted, si me permite decirlo.

-Sabes que puedes decirme cualquier cosa-Respondió Jungkook sonriendo levemente-Si estoy un poco ansioso, no te mentiré.-Se encogió de hombros-Pero no es algo que pueda controlar, así que solo puedo pensar en ello, una y otra vez hasta que mi cerebro explote-O mi lobo alfa, pensó.

La cocinera rió.

-Si no lo conociera, juraría que es un alfa en espera de su omega-Sonrió-Mi esposo se ponía igual que usted cuando recién nos enlazamos. Aunque seguramente su estrés se deba a su padre, como casi siempre. Ya se le pasara, joven Jeon.-Sonrió amistosamente-Por el momento, coma estos fideos, al menos le ayudarán pensar en otra cosa-Dijo mientras deslizaba el tazón frente a Jungkook y acto seguido dejaba unos palillos de cerámica a lado del tazón.

Jungkook le sonrió en agradecimiento y acercó su rostro para oler el platillo, los olores del plato causaron un receso para su mente, lo serenaron y hasta su lobo se mantuvo en silencio, al menos lo dejaría comer en paz.

-Se ve buenísimo-Elogió tomando los palillos-Y apuesto a que sabe igual a cómo huele.

Enrollo unos cuantos fideos en sus palillos y los llevo a su boca, estaban por tocar sus labios cuando su celular vibro con una llamada entrante, de ser cualquier persona lo hubiera ignorado y se dedicaría a comer, pero esa llamada entrante no era de cualquier persona, era de Namjoon.

Dejo los palillos en el tazón para contestar la llamada.

-Hola-Contestó Jungkook.

-¿Puedes venir?-Preguntó Namjoon, su voz se notaba incomoda-Me siento mal, mi omega no deja de llamarte y yo ya no sé qué hacer para dejar de sentirme tan triste-Odio con toda su alma oír la voz impotente de Namjoon. 

El omega odiaba con el alma ser dependiente, no le gustaba sentirse como un omega promedio, porque no lo era y Jungkook lo sabía. Namjoon amaba ser independiente, inteligente, libre y dos de esas cosas le habían sido arrebatadas en un abrir y cerrar de ojos. Jungkook siempre le impresionó la manera de ser de Namjoon, por eso mismo odiaba oír ese tono en su voz y más que nada, odiaba no poder hacer nada al respecto.

Porque ni con todo el dinero de su familia, Jungkook podría devolverle su independencia.

-Ya voy.

Jungkook suspiró y dejo el plato de fideos a un lado, su cocinera lo miró con un signo de interrogación plasmado en su expresión.

-Debo irme-Avisó-Gracias por los fideos, los comeré cuando vuelva.

-Esta bien joven Jeon-Dijo su cocinera- Adiós....-Se despidió, pero Jungkook ya salía de la cocina.



Jungkook llegó a la casa de Namjoon en media hora, abrió la cerradura con la clave que Namjoon le envió y se percató de que la madre del omega no estuviera en casa, a pesar de que en el mensaje Namjoon le decía claramente que su madre llegaría muy tarde ese día debido a un pedido de pastel para 100 personas de última hora, el alfa creía necesario revisar por si mismo, aunque no sabría que decirle si la hubiera encontrado en casa.

-¿Nam?-Preguntó llegando al segundo piso-¿Cuál es tu cuarto?

-Aquí-Dijo una voz tenue-Segunda puerta de la derecha.

Esas seis palabras lograron alborotar a su lobo alfa, que de algún modo logro salir del pozo y ahora brincaba de un lado a otro mientras gritaba: Omega quiero a mi omega, omega quiero a mi omega. Si Jungkook pudiera ahorcarlo ya lo hubiera hecho, sin duda.

Jungkook fue a la habitación indicada por Namjoon y cuando entró y lo vio, su corazón se hundió. El omega lucía como nunca antes lo había visto, lucía débil y triste, a simple vista podía deducir que estuvo llorando y a juzgar por el color rojizo que rodeaba sus ojos fue por horas. Estaba acostado, enredado en sus sabanas y vestía un pantalón de pijama y una sudadera enorme con el gorro puesto en la cabeza, tal vez para cubrir su mirada, pero fue en vano, pues cuando levantó los ojos para verlo, esos pequeños le expresaron todo en cuestión de segundos.

El alfa no necesito que el omega hablara, no sabe que fue, no sabe si fue su lobo o instinto o algo más, pero lo sabía, sabía que hacer. Cerro la puerta, quito su abrigo y fue junto al omega en su cama, se acomodo a su lado y jaló al omega de modo que lo abrazara aun acostados.

La cercanía calmo al omega, quien suspiró y escondió la cabeza en el cuello del alfa, incluso Namjoon sintió cómo su lobo omega finalmente se calmaba después de días, días de pesadilla para el mayor. Pues su lobo no lo dejaba dormir, no lo dejaba pensar, ni si quiera podía comer sin dejar de escuchar a su lobo aullar por su alfa, llego al punto de explotar de enojo, después lloró y siguió llorando, al otro día una tristeza desconocida lo invadió y su lobo seguía aullando, ya no lo soportaba. Al final, el doctor tenía razón, estar lejos del alfa iba a tener consecuencias y estas eran sus consecuencias.

-Perdón, Nam-Acarició sus cabellos-De verdad lo siento.

-Es también mi culpa-Dijo sin moverse-Recordé un poco de lo que pasó, y tenías razón, es mi culpa, nada de esto pasaría si yo no...-Jungkook sintió sus lagrimas aun sin verlas, era una sensación extraña, nueva.

Llevo su mano libre a la cara del omega y limpio sus lagrimas con sus dedos.

-No lo sientas-Jungkook también comenzó a llorar-también fue mi culpa, debí ser mas responsable, debí manejarlo mejor.-Tapo su cara con su brazo, su mano hecha puño-Si tan solo fuera un buen alfa, esto seria diferente. Si yo fuera normal, nada de esto hubiera pasado.

-Yo tampoco son un buen omega-Namjoon paso su brazo por encima de Jungkook para abrazarlo-pero no me gustaría serlo y no me gustaría que lo fueras.

-¿Por qué?

-Porque si tú fueras un buen alfa y yo un buen omega, no nos hubiéramos conocido y a pesar de todo lo que esta pasando, no me arrepiento de haberte conocido. ¿Tú te arrepientes?

Jungkook no tuvo que pensarlo.

-No.

-Sabremos cómo manejarlo, Kook-Dio un bostezo-Siempre encontramos la manera, como el día que nos conocimos-Su voz fue apagándose hasta que el omega se durmió.

A Jungkook también le invadió el sueño, el sentir la cercanía del omega y  a su lobo tranquilo, le dio una repentina paz interior.

-¿Así que esto es el lazo?-Se pregunto a sí mismo mientras se perdía en el sueño.

Si, esto es. Le susurró su lobo justo antes de dormirse.





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