Capítulo 4

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Me desperté a las 6am muy asustado, habia tenido una pesadilla, no podía recordar que había soñado. Encendí mi teléfono y tenía un mensaje de un número desconocido "Hola" decía el texto. Bloqueé mi teléfono y seguí durmiendo.
Al despertarme fuí a desayunar, Sarah y Amelia no estaban, me preparé un café y busque unas galletas en la gaveta, encendí la televisión pero no había nada interesante, decidí leer un libro.
Es sábado y es cumpleaños de Lián, esta noche es la fiesta y no sé que ponerme, diría "ni siquiera se si iré" pero debo hacerlo, no podría fallarle a Lián.
Encendí mi teléfono y vi que había otro mensaje de ese número desconocido, esta vez el mensaje decía "Solo queria disculparme, perdón por las molestias". Bloqueé el teléfono preguntándome quien podría ser, tal vez se habían equivocado de número, no lo sé, fui al parque a ejercitarme un poco y pasear al perro, cuando volví Sarah y Amelia ya habían vuelto.

-¿Y ustedes a dónde fueron?- pregunté desconcertado.

-Fuimos de compras, necesitábamos distraernos un poco- respondió Amelia.

-Y tú ¿A dónde fuiste?- preguntó Sarah.

-A pasear al perro y ejercitarme- respondí.

Subí a mi cuarto para bañarme, aún no sabía que ponerme, tampoco tenía muchas ganas de ir a la fiesta, eso de estar rodeado de tantas personas se me hace incómodo, no lo soporto, pero de todos modos debía ir, tomé una camisa de un tono rosado claro, unos pantalones negros y fui a bañarme.
Cuando salí del baño miré por la ventana hacía la casa de Chloe, el jardín de la casa de Lián estaba lleno, si sus padres vieran eso lo echarían, pero estaban de viaje hace una semana así que no debia preocuparse.
Tome mis cosas y me dirigí hacia ahí.
Cuando llegué saludé a unos viejos amigos, me dirigí hacía adentro a saludar a Lián.

-Feliz cumpleaños idiota- dije riendo.
-Hola imbécil ¿Y el regalo?- dijo Lián bromeando.

-Aquí estoy- respondí mientras reía.
Lián comenzó a reirse, parecía estar ebrio y dijo -Entonces...¿Vas a bailar?-.
-Sabes cual es mi respuesta- dije.

-La barra está allá- dijo Lián señalando en dirección a la barra de tragos.

Me dirigí hacia allá, tome asiento y pedí un coctel llamando "Angel". Mientras esperaba sentado siento que alguien me toca el hombro, giré mi cabeza para ver quién era, ¡Era Chloe!.

-Hola idiota- dijo Chloe riendo.

-Hola- dije con desapego.

-Escucha, conseguí tu número teléfonico y te escribí, quería disculparme por lo que pasó en le pasillo, estuve muy mal, no tuve un buen día, solo eso- dijo Chloe.

-¿Acaso crees que puedes tratarme como quieras solo porque haz tenido un mal día? No nos conocemos, no hay confianza entre nosotros, y aún si la hubiera, no eres nadie para tratarme así- dije serenamente tomando mi copa y yendo hacia la pista de baile, realmente no solía bailar en las fiestas así que era muy malo pero luego de unas copas más terminé bailando...de maneras muy extrañas claro.

Me desperté al otro día con un fuerte dolor de cabeza, mire hacía la derecha y me percaté, ¡ESTABA EN EL CUARTO DE LIÁN!. El estaba en el sofá mirando televisión.

-Buenos días bella durmiente- dijo riéndose.

-¿Que carajos hago aquí?- pregunté.
-Lo único que puedo decirte es que eres pésimo en la cama- dijo Lián seriamente.

-¿¡QUE!?- pregunté desorientado.

-Es broma imbécil- dijo Lián riendo a carcajadas.

Me levanté de la cama sin entender que habia pasado anoche, tome mi teléfono y me fui a mi casa.
Cuando llegue Amelia se había ido.

-¿Donde está Amelia?- le pregunté a Sarah.

-Fue a ver a tu abuelo- respondió.

-Esta bien...supongo- dije.

Subi a mi cuarto a bañarme, mi ropa tenía olor a vómito, intuí que fue por todo lo que bebí así que rápidamente me fuí a bañar.
Salí del baño y mientras me vestía recordé que tenía el número telefónico de Chloe, es domingo y no tengo nada interesante que hacer, así que la invité a casa, tomé mi teléfono y escribí "¡Hola Chloe! Soy chris, quería invitarte a casa, está a lado de la de Lián, a la derecha, te espero." Y se lo envíe.
Cuarenta minutos después escuché que tocaron el timbre, baje a abrir la puerta.

-¡Hola! Traje helado- dijo Chloe.

-Heyyy- respondí sonriendo.

-Entonces...¿Me dejarás pasar? O te quedaras en el medio de la puerta toda la noche- dijo Chloe riendo.

Me hice a un lado y la dejé pasar, no había nadie en casa, Amelia y Sarah habían salido, ordené pizza ya que no tenía ganas de cocinar.

-¿Que quieres hacer?- pregunté.

-Supongo que miraremos una película- respondió Chloe.

-¡SÍ! Miremos una película de terror- dije.

Chloe se rio y dijo -¿Que carajos dices? Vamos a mirar una película romántica-.

-Ni sueñes, prefiero arrancarme los ojos- dije sonriendo.

-Deja de hacerte el duro Christopher Velez, miraremos una película de amor- dijo riendo.

-Prefiero ver el señor de los anillos- dije bromeando.

-Acepto- dijo Chloe sonriendo.

Para mi desgracia, la broma me salió mal y terninamos viendo el señor de los anillos, Chloe era fan de esa película, ¡Hasta se sabía el guión!. Fue una tortura estuve comiendo pizza y helado durante 3 horas sin entender absolutamente nada.

-¿Ahora que?- dijo Chloe.

-Pues, no sé, ¿Que quieres hacer?- respondí.

-Quiero llevarte a un lugar, vamos- dijo Chloe.

Salimos afuera y vi el auto de Chloe, ¡ERA UN BUGATTI!.

-¿DE DÓNDE SACASTE DINERO PARA COMPRAR ESTO?- pregunté.

-Es mi regalo de cumpleaños- dijo Chloe sonriendo.

Subí al auto y nos fuimos, estuvimos en la carretera como por una hora y vi que estábamos saliendo de la ciudad.

-¿A dónde vamos?- pregunté confundido.

-Quiero mostrarte algo- dijo Chloe.

Veinte minutos después bajamos del auto, ¡Me había traído a una feria!.

-Entonces...¿Subimos o qué?- dijo Chloe señalando la rueda de la fortuna.

-¡VAMOS!- respondí mientras reía.
Pagamos los boletos y subimos, era increíble, se podían ver los edificios desde allí. Chloe empezó a contarme chistes, es muy mala para eso.
Luego de varias atracciones, nos subimos a una montaña rusa, llegamos a la cima y estábamos muy asustados.

-¡NOS VAMOS A MORIR!¡NOS VAMOS A MORIR!- gritaba Chloe mientras reía.

-¡CIERRA LA MALDITA BOCA!- grité riendome.

La bajada fue muy rapida, parecía que mi cerebro había dado mil vueltas. Después de eso Chloe me llevo a casa.

-Adiós y gracias por traerme- dije sonriendo.

-No hay de que, gracias por invitarme y por venir- dijo Chloe.

Bajé del auto y entre a casa rápidamente.

-¿Se puede saber dónde carajos estabas?- preguntó Amelia.

-¿Se puede saber donde carajos estaban ustedes?- repregunté riendo y subiendo a mo cuarto.

Estaba muy cansado y quería dormir, hacía mucho que no me divertia tanto, deje mi teléfono cargando y me acosté, no pensaba en nada, solo en lo bien que me la había pasado con Chloe.

Quédate Dónde EstásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora