Capítulo 1

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¡Hola! Soy Christopher, tengo 18 años, soy de Los Ángeles, California, soy una persona bastante retraída, he pasado casi toda mi vida andando en skate con mi mejor amigo Lián, es uno de mis pasatiempos favoritos, me ayuda a alejarme un poco de la realidad y no pensar tanto.
Lián y yo somos mejores amigos desde hace 13 años, nos conocimos a los 5 años en un campamento, recuerdo que me caí de una roca, me golpeé la rodilla y no pude hacer nada más que quedarme sentado sin hacer nada, el se ofreció a acompañarme y desde ese día nos volvimos inseparables.
Mi vida era feliz, dentro de todo, hasta que un día mi mamá fue al hospital y no volvió más, ella estaba muy enferma, le habían diagnosticado cáncer pulmonar avanzado y ya era muy tarde para hacer algo al respecto. Por su lado yo debí quedarme con mi tía Amelia, mi padre fue un completo inútil toda su vida y se fue, formó una nueva familia y nunca más supe de el, supongo que es ¿felíz?.
A los 11 años tuve mi primer novia, Olivia. A los 12 mi primer beso, y Lían... bueno, el decía que se sentía mejor solo.
Cada día de mi vida que pasaba me esforzaba más y más para mejorar con el skate, eso me ayudaba demasiado. A los 15 mi relación con Olivia terminó, ella decía que soy demasiado frío y que creía merecer a alguien mejor.
Ahora, con 18 años, siento que ya no quiero estar con alguien, me siento bien solo, supongo que soy difícil de entender, siento que no vale la pena darlo todo por alguien que algún día te abandonará, como todos dicen, nada es para siempre.
Hoy es el primer día de clases, Lián vendra por mí ya que el tiene auto. Solo debo encontrar mi uniforme y ya podré salir a esperarlo -¡Oh!, aquí está!- dije mientras tomaba el uniforme.

-¿Con quién hablas?- preguntó Amelia.

-Con nadie tía, solo buscaba mi uniforme- respondí riéndome.

-Está bien, supongo. Lián te está esperando afuera, arriba de la mesa está tu desayuno, yo iré a buscar a tu tía Sarah- dijo despreocupadamente.

-¿¡QUE!? Pero si la tía Sarah estaba en Cuba- respondí gritando.

-Tú lo dijiste, estaba- dijo mi tía riéndose.

Como si fuera poco, iba a venir mi tía Sarah, ella está completamente loca, es como esa típica mujer que solo vive con sus gatos, con la television encendida todo el día, aislada de todo el mundo, incluso más que yo.
Le quitaron la casa por no pagar la hipoteca, así que...por lo tanto, vendrá a vivir con nosotros.

-Adiós tía- Le grité a Amelia mientras tomaba el desayuno y me dirigía hacia afuera.

-¡Hola Chris!- Dijo Lián mientras movía su mano saludandome.

-Heyy- Dije devolviendole el saludo.

-¿Estás emocionado por el primer día?- preguntó Lián riendo.

-Naaah, estoy más emocionado porque sé que es el último primer día de la preparatoria- respondí mientras reía.

-Como digas idiota- dijo Lián sonriendo.

Lian estaba aterrorizado por la universidad, no quería ni recordar que era nuestro último año de la preparatoria, el quería conocer gente nueva pero a la vez le temía.

-¡Vamonos!- dijo Lián emocionado mientras encendía en auto.

Entonces, se escuchó un ruido turbio.

-¿Que fue eso?- pregunté.

-¡Oh, mierda!...nos quedamos sin gasolina- dijo Lián.

Eso significaba que debiamos ir caminando a la escuela, a eso se le sumaba que solo teníamos 10 minutos para llegar y el tiempo que llevaba llegar desde mi casa a la preparatoria, caminando, era de 30 minutos y no solo eso, también se sumaba mi cara de desprecio por el auto de Lián y mis quejas que eran aún peor que tener que caminar hasta allá.

Quédate Dónde EstásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora