Un Trato Es Un Trato

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En el techo de uno de los edificios más altos de la ciudad, Barry, vestido tan formal como siempre dejaba caer lágrimas de sus ojos, cansado de la vida. Estaba deseando terminar con todo saltando por el borde en el que estaba parado.

Justo antes de dar el paso hacia la muerte, una voz le detiene.

—Hey, que tal.

Barry gira su cabeza y divisa a aquel hombre tan guapo, vestido con un traje de terciopelo rojo brillante, que muy sereno se encontraba parado observándole. Sin decir una palabra más, Barry continúa a lo suyo.

—Oye, oye, espera un segundo, al menos escúchame. Que descortés.

—No hay nada que digas que pueda cambiar mi destino.

Esbozó una sonrisa el hombre misterioso:
—¿Estás seguro? Cuéntame de tus problemas.

Suspiró y tragó saliva antes de hablar:
—Mi hija fue secuestrada, y apareció su cadávaer descuartizado, el cáncer de mi madre la matará en pocos días, y mi mujer me abandonó por un tipo rico. El mundo es injusto... ¡Odio este mundo! —gritó con todas sus fuerzas.

—Y si te dijera que por un módico precio... podría cumplir tu deseo, ¿que dirías?

—¿Que? —dijo incrédulo.

—No me presenté adecuadamente —hizo una reverencia hacia Barry—Mi nombre es Satán, y a cambio de tu alma, estoy dispuesto a destruir todo el mundo.

—No... no entiendo.

Satán puso su brazo en la espalda de Barry, dándole una palmada, casi haciendo que cayera desde aquella altura:
—Vamos amigo, no te queda nada en la vida. De todas formas ibas a tirar tu vida por la borda, ¿para qué quieres tu alma?

—¿No iré al cielo?

—Aquellos que atentan contra su vida también van al infierno. Estabas condenado de una u otra forma.

—Entonces dices que ¿destruirías todo el mundo a cambio de mi alma?

—Por supuesto. Claro, lleva su tiempo, probablemente un mes, pero estaría hecho.

—Entonces... —miró hacia las lejanas calles de la ajetreada ciudad—acepto. La vida apesta, deseo que todo se termine.

Se alejó y comenzó a caminar hacia la puerta de salida:
—Entonces, es un trato. Mientras tanto, ¿vamos a por un trago?

Aquel día, bebieron un montón, fueron a una discoteca y teminaron en un motel. Al despertar, estaban rodeados de mujeres, con ropa tirada en el piso, montones de botellas vacías y cigarrillos tirados en el suelo. Barry no disfrutaba de una noche así hace mucho.

Y todo fue así, días y noches de incontables vicios y placeres prohibídos. Un mes entero digno de auténticas estrellas de rock.

Sin embargo, en aquel día Satán citó a Barry fuera de un edificio. Aquel en donde este casi termina con su vida.

—Satán, este es...

—En efecto, Barry, es "ese" lugar. Subamos a fumar un rato.

Subieron por el acensor, e ingresaron a lo alto de dicho edificio. Antes de que Barry preguntara algo, Satán caminó hasta el borde de la estructura, hacia el lado en el que se podía observar el resto de la ciudad.

—Fué un espléndido mes, ¿no crees, Barry?

—Totalmente, creo que jamás disfruté tanto la vida.

—... Es hora de que me entregues tu alma, y destruya al mundo entero.

Barry dejó ver una cara de horror—No puede ser... ¿por qué ahora?

—No es un "por qué ahora", un trato es un trato, Barry, tu alma a cambio de la destrucción total de la vida.

—No me lo creo. ¿Por qué me hiciste disfrutar tanto este mes? Me hiciste creer que éramos amigos, que todo estaba bien.

—Solo quería mostrarte que, tu despecho te llevó a desear la muerte a todos: Humanos y otros seres. Almas que no tienen la culpa de tu sufrimiento. ¿No era lo que buscabas? Pues aquí está.

En medio de la charla el cielo poco a poco comenzó a cambiar su tonalidad hasta volverse rojizo como una manzana.

—La vida es caótica, no encuentro el significado, y siempre termino sufriendo. ¿como no odiar la vida?

—La vida es caos, pero la muerte es orden. El orden es silencio, el silencio es vacío. Un vacío es el espacio en donde todo lo existente se comprime en energía sin forma. Nadie tiene identidad, no hay diferencia entre tú y la nada.

—Pero eso es...

—En el caos de la vida vas a sufrir, pero también serás recompensado por seguir adelante. La vida es incierta, pero todos tienen su parte. Como tú, que descubriste placeres que nunca te diste, olvidaste un trato que tú mismo aceptaste.

—Me niego a ser el causante del fin de la vida.

—Un trato es un trato, Barry —dijo mientras enormes pilares de fuego comenzaban a emerger desde todas direcciones.

Barry rompió en llanto, impotente ante la destrucción que el mismo generó. Pocos segundos después, el planeta entero desapareció.

Entre la inmensidad de la vida es normal perderse, sentirse inseguro, o querer terminar con el sufrimiento. Pero, estar vivo es una apuesta, y habrá tantas victorias como fracasos, pero siempre que estemos heridos, podremos sanar, y eso es lo importante. Con la muerte no hay redención, el orden total es el fin de la libertas de nuestras almas. Sé libre.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2020 ⏰

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