Mi amor eterno

prologo-pasado

–Nos vemos, Brianda– dijo mamá antes de dejarme en mi nueva escuela.

Siempre hemos viajado de lugar tras lugar, normalmente duramos muy poco tiempo, aunque esta vez estaré todo un año -según mis padres- para terminar un grado mas de mi preparación académica.

Soy Brianda Wayne tengo 11 años. Empezaré aquí mi vida nuevamente, aunque este es mi lugar de origen.

Nueva vida, nuevos amigos, nueva escuela , todo nuevo, aunque tengo 4 amigas aquí que estoy ansiosa de verlas nuevamente: Anny, Isa, Lana y Valery.

Veo a Anny, mi mejor amiga. Corro a abrazarla

–Anny hola– grito emocionada y la abrazo ella corresponde el abrazo.

–Hola, ¿Como estas ?

–Bien. ¿Y las chicas?

–No han venido.

Entro con ella en el salón donde solamente hay 3 chicos que juegan con un balón. Me siento en mi pupitre asignado, que está detrás del de Anny y veo llegar a todas mis amigas. Las abrazo y comenzamos a ponernos al día, hasta que veo llegar a un chico realmente apuesto. Anny se da cuenta de la mirada acosadora que le estoy lanzando, por lo que me jala de un brazo. Estamos solas.

–¿Quien es él?

Ríe – ¿Te gusta? Es Daniel Black. ¿Te acuerdas de el?

–¿Daniel? El chico molesto de preescolar. Cambió– lo miro bobamente.

Sé que con ese chico nunca me llevé tan bien, pero en una ocasión me quedé a solas con él y en ese momento nos... Besamos.

Daniel Black, se repite en mi cabeza una y otra vez, hasta que Anny me saca de la alucinación de un golpe.

–Auch–me quejo.

–Mensa, ya va a empezar la clase.

Nuestra relación es algo extraña, es más bullying entre las dos, pero son mejores las amistades locas y divertidas, ella es una de esas amistades que no cambiaría por nada.

En toda la clase no pude concentrarme, solo veía a Daniel. Anny tuvo que llamar mi atención para que no me molestara la maestra con sus regaños. Llega el receso. Ahora lo que tengo que hacer es pedir apuntes a Anny y dejar de ser tan distraída por alguien.

–Tengo que hablarle.

–No te recomiendo que te enamores de él. Solo te advierto, pero si tanto lo quieres, tu oportunidad llegará cuando regresemos, la maestra dijo que que todos nos presentaremos– dice ella comiendo su emparedado.

–Lo lograré– digo esperanzada.

Los minutos pasan muy lento, siento como si el tiempo no pasara, aunque disfruté el descanso al lado de mis amigas, y el regaño de Isa por no haberle hablado.

Regresamos.

La maestra aclara que pasara cada quien a presentarse y nos quedaremos –los que ya pasen–enfrente y luego trabajaremos en pareja.
Con Daniel por favor, pienso. Pasaremos por los nombres alfabéticamente de atrás hacia delante, por lo que me tocara a su lado; no hay nadie con C en mi aula.

Pasan varios chicos que no conozco y le toca a el, lo miro bobamente... De nuevo. He enloquecido.

–Soy Daniel Black, conozco a todos los tontos de aquí, no hay necesidad de presentarse.