10. Luz de luna

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Te conozco, creo que más que cualquier persona, te he visto llorar y reír por múltiples razones, sé lo que te molesta, lo que te gusta, todo con el simple don de la observación.

Es doloroso... Es doloroso querer acercarme a ti, querer pasar tiempo juntos, ser la razón de tus emociones, que entendieras lo mucho que me importas.

No soy nada en tu mundo y soy el único en el mío, a la luz del sol soy invisible a tus ojos y los de todos.

Hoy es el día, intentaré acercarme a ti esta noche, en donde tú y yo somos similares, donde por fin podremos mirarnos el uno al otro. Todo fue demasiado repentino... no pensé que ese día especial llegarías con alguien más, con un chico que si puede tocarte, un chico al cual si puedes ver, eso de verdad me dolió ¿Sabes? Nunca había intentado acercarme a una persona en años, me siento terrible y más sólo que nunca.

Supongo que no nací para relacionarme con la gente... creo que mi razón de existir es ser la luz que ilumina tus noches y espantar tu miedo a la oscuridad. Sé que me lo agradeces, sonríes cuando me ves en el cielo, pero yo no quiero ser la luna, yo quiero estar contigo, que veas mi verdadera forma...

Cuando tus ojos conectaron conmigo pude ver tu cara de asombro, yo no me pude ni mover, me hablaste, pude oír que me llamabas, nunca había estado tan nervioso.

— ¿Qué eres...? —preguntaste con curiosidad, no había ni una gota de miedo en tu mirar, no dudaste en salir por tu ventana y acercarte a mí, era irónico que lo que yo no pude hacer en años tú lo lograste en unos segundos, cuanta valentía.

— Luz de luna... —susurré a medida que mi cuerpo se empezaba a desvanecer, era el amanecer, la clara señal de que mi tiempo se estaba terminando, pude notar tu cambio de expresión al ver como desaparecía ante ti, para tranquilizarte agarré tu mano, sonriendo con gran emoción, lo había logrado.­— nos veremos esta noche ¿está bien? —fue lo último que pude decir antes de perder mi forma.

Desde ese momento el día es lo único que nos separa y me hace invisible, pero quiero que sepas algo, siempre estaré ahí y que gracias a ti, pude volver a amar la noche, porque sabía que esa era la hora donde me esperabas para volver a encontrarnos.

Para una noche estrelladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora