❝El veneno, no sabes cuanto dolor o sufrimiento te pueda causar pero lo descubres cuando das tu ultimo aliento de tranquilidad. Muchos lo comparan con la relaciones que solo pueden llegar a un fin para dar paz a ambos ¿pero que pasa cuando no dejas...
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a la próxima no volvere
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"Las relaciones suelen ser hermosas y bonitas dependiendo las personas pero qué pasa cuando juntas a unas personas que se aman pero se hacen daño el uno al otro como si fueran una droga tan adictiva que no puedes renunciar a ella al menos que caigas en un coma.
Para muchos el amor es un sueño y para otros son pesadillas de las cuales no se pueden despertar porque siguen aferrados en que se puede convertir en un sueño."
—¿qué haces?—me arrebato el el celular mientras me veía furioso
—intentaba marcar a mi hermano—dije de la misma manera pero eso le pareció mal así que se subió a su auto dando un fuerte portazo a la puerta del conductor
—¡no puedes dejarme aquí!—grité mientras veía como arrancaba el motor del auto—¡Jaeden lo siento!—grité con todas mis fuerzas pero fue en vano el ya había puesto en marcha el auto y se fue
Busque mi celular y recordé que él no me lo devolvió así que mi situación no era de las mejores ya que me encontraba en medio de la nada, sin celular, sin comida,sin agua y con mucho frío ya que lo único que traía puesto era una blusa transparente negra que enseñaba mi brasier el cual era negro y un pequeño short de mezclilla que llegaba antes de mi trasero y la chamarra de mezclilla de Jaeden la cual no evitaba que me diera frío.
Aunque no lo quería admitir sabía que Jaeden no volvería por mí así que entre a un restaurante que se encontraba ahí, era de no tan buen ver pero no tenía otra opción era entrar e intentar que me dejaran usar el teléfono o volver a casa caminando por una carretera al atardecer casi anochecer.
—disculpe—entre a el local haciendo sonar la campana y por lo tanto notar que eran puros hombres con mal aspecto que se me quedaron viendo o más bien se le quedaron viendo a mis piernas y a mi pecho lo cual hizo que por instinto lo cubriera con la chamarra de Jaeden
—¿qué se te ofrece cielo?—dijo una ancianita en el mostrador haciendo que trague saliva y me introduzca más a dentro de el local
—me prestaría un teléfono por favor—dije con miedo ya que me sentía en una película de miedo que por desgracia me iba causando más nervios y miedo provocando que la segunda opción sea mejor que está
—claro está hasta el fondo—dijo y señaló un teléfono que apenas alcanzaba a ver pero lo malo es que tenía que atravesar por toda la parte de atrás donde se encontraban los cocineros que me veían con perversión haciendo que por dentro me hiciera chiquita—pasa—me incitó la anciana
—sabe que mi novio vendrá por mi y creo que es mejor esperarlo—salí de ahí con miedo y haciendo volver a tocar la campanita
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Camine un buen rato haciendo que mis pies me dolieran los pies haciendo que me saqué las botas de cuero que traía, pero si no fuera mi tortura pasó un auto muy cerca de la orilla de la carretera y me salpicó con agua y un poco de lodo logrando que este sea uno de los peores días de mi vida hasta que recordé que Jaeden traía una caja de cigarrillos y saque uno, lo prendí y lo lleve a mi boca para después inhalar y exhalar el humo fuera de mi boca.
—sube—escuche un auto que venía con baja velocidad—por un carajo sube Lea—dijo Jaeden parando el auto y bajando de este volviendo a dar un portazo a la misma puerta
—no quiero—dije y lo miré divertida mientras él me sujetaba de la mano haciendo entrar a la fuerza—Jaeden basta—dije riendo a lo cual el me miró serio
—a la próxima no volveré —cerró la puerta del copiloto con fuerza para así rodear el auto y entrar para después encender el motor
—claro que volverás una y otra vez—dije riendo mientras me colocaba arriba de la rodeándolo con mis piernas—aunque no lo quieras admitir siempre volvemos al otro—lo bese y él llevó una mano a mi trasero haciendo gemir en el beso y así como otro día terminó.
