#8

400 45 3
                                    

Sigo cayendo.

Aveces sin sentido.

Y otras veces con demasiado sentido.

Ahora hay uno muy fuerte.

Pero ya no quiero luchar para que no haga nada que la lastime.

No puedo hacerlo.

Y eso me enoja.

Aveces yo mismo la traiciono.

Y caigo delante de los demás.

Ella trata de detenerme.

Pero si ella no lo hace entonces...

Yo tampoco.

Se cura para que su madre no se de cuenta.

Pero ella se da cuenta de aquello.

Yo mismo vi la decepción de sus ojos.

Pero no hace nada.

¡HAZ ALGO MALDITA SEA!¡ELLA SUFRE Y TU AQUÍ PARADA HACIENDO NADA!

Me gustaría tener voz.

Me gustaría ser un ser.

No un sentimiento.

Un ser.

Dejo de caer.

Y siento como su mente se ríe de ella.

Ella se ve cansada.

Pero no de ese tipo de cansancio de hacer tantas cosas.

Es ese tipo de cansancio del cual uno esta cansado de la vida.

Y no hay nada.

Peor que ese cansancio.

No debería de existir.

Se recuesta.

Y pronto se queda dormida.

Cuando las lágrimas caenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora