Está sentada en la mesa.
Comiendo algo.
Pero en realidad no quiere hacerlo.
Picotea la comida.
Quiero decirle que coma.
Su madre se lo dice por mi.
Ella no le responde.
Escucho su estómago rugir.
Pero ella se limita a tomar agua.
Come. Come. Come.
Pero aun así no lo hace. No va a escuchar a nadie que le diga lo que tiene que hacer.
Clava sus uñas en las palmas de sus manos.
Esas manos que saben hacer magia.
Saben hacer cosas con un simple pincel, un lápiz y un papel.
Su madre le repite que coma.
Agarra con cuidado la cuchara y come un bocado de la sopa de vegetales que su madre ha preparado con tanto esfuerzo.
Su estomago parece una animal furioso.
Pero no le hace caso.
Se levanta de la mesa.
Sube hasta su habitación.
Y va hacia un lugar que últimamente me parece familiar.
El baño.
No lo hagas. No lo hagas. No lo hagas.
Pero lo hace.
Caigo lentamente.
Con un dolor diferente.
Dios mio no quiero caer ahora.
Pero caigo muchas veces.
Y seguido a sus sollozos caigo con tanta facilidad que me da miedo.
Me da miedo.
Quiero que se detenga.
Quiero verla feliz.
Ella es hermosa.
Come.
ESTÁS LEYENDO
Cuando las lágrimas caen
Teen FictionTengo la teoría de que cuando uno llora, no llora por lo que llora si no por todas las cosas que no lloró a su debido tiempo. ... Sus pecas son lo más adorable que vi en toda mi vida. Me gustaría preguntarle porque se considera gorda. Me gustaría pr...