Capitulo 5

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Narra Cris:

Me di la vuelta con mi caballo marrón, que le iba a llamar Nesquik, es que tenía el mismo color. Al alejarme un poco de Rocío porque uno de los chicos se le acercaba para dejarlos con intimidad. Cuando me bajé de Nesquik, fui corriendo hacia una piedra, me quería sentar porque estaba cansada, me tropecé con una ramita, suelo ser muy torpe. Cuando me iba a caer unas manos me cogieron por la cintura antes de tocar el suelo. Al darme la vuelta vi que era el chico que había visto esa misma mañana.

-Esto... Gracias por salvarme- dije un poco cortada, ya que todavía seguían sus manos en mi cintura.

-No las des, no hace falta, y una cosita...¿Dónde ibas esta mañana tan rápida? Me iba a presentar, porque no es normal encontrarse con una princesa por la calle. -dijo sonriendo, que sonrisa más perfecta...

Me empecé a sonrojar porque no es normal que seas halagada por un chico super-mega-ultra guapo, este al darse cuenta que estaba roja como un tomate se empezó a reír. Hasta su risa era perfecta.

-Me llamo Cris, ¿y tú? -dije para disimular un poco toda la sangre que podía tener en la cabeza ahora mismo, mientras alzaba la mano.

-Jesús, encantado, y por cierto el nombre igual de bonito que tú. -dijo dándome dos besos.

Tenía qué ir a dejar el caballo, porque le había sacado hace mucho rato, pero no me acordaba del camino de vuelta.

-Jesús, ¿me ayudas a llevar el caballo? Por favor, que no me acuerdo por donde se volvía...

-Claro que sí, princesa, siempre me vas a tener ahí para todo- dijo mientras ponía su brazo derecho por mis hombros. Yo mientras le daba un besito en la mejilla.

Había cogido mucha confianza con él, era distinto a los demás chicos, tenía algo especial.

-Tengo la sensación de Dani que se lo está pasando genial- dijo rascándose la nuca.

-¿Y quién es Dani?- dije mirándole con duda.

-Es mi hermano gemelo, el que se ha ido con tu amiga.

Llegamos al establo, ya había dejado a Nesquik, ahora me faltaba peinarlo para la próxima vez que lo sacara para dar otro paseo.

-Bueno, princesa, dame tu número y así quedamos un día a montar a caballo. -dijo dándome su móvil para que lo apuntara yo.

-Vale, me apetecería mucho, toma mi móvil, escríbelo tu- dije guiñándole el ojo.

-Bueno, yo voy a buscar a mi hermano y a irnos ya, que es tarde- dijo dándome dos besos.

-Yo también tengo que buscar a mi amiga, un placer conocerte- dije dándole un abrazo y dos besos.

Eres diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora