毒: POISON

Capítulo 1: Matt Walker

Fotografía de Matt

El aire y el ambiente de la mañana estaba muy frío, todo apuntaba a que pronto llovería fuertemente sobre la ciudad. El frío me dificultó bastante levantarme de la cama, quería seguir durmiendo, si fuese un día común y corriente cómo todos los anteriores lo haría, pero hoy no era un día muy normal, era incluso un día especial, hoy era mi primer día de clases en la universidad y por eso estaba realmente nervioso y ansioso por saber que cosas me esperaban ahí dentro.

Me levanté con el pie derecho, literalmente, decían que levantarse con el pie derecho era de buena suerte, que si por alguna razón te levantabas con el pie izquierdo todo durante el día te saldría mal, no quería que nada de eso ocurriese así que tomé las precauciones para no hacerlo. Incluso las precauciones más mínimas y sin sentido como lo era esa.

Después de tomar una ducha con agua caliente me coloqué la ropa que había planeado con anticipación el día anterior, lo que no salió como planeaba era que tendría que utilizar un abrigo por todo el frío que hacía allá afuera en la calle.

Salí de mi habitación y observé a mi tía recostada en el sofá de la sala, se estaba quedando dormida. Cada día tenía que levantarse muy temprano por la madrugada para hacerle el desayuno a mi tío, ellos dos son los únicos que viven acá conmigo en éste pequeño departamento. Mi tío trabaja en una fábrica de autos, es ingeniero mecánico, mi tía siempre está al pendiente de él, porqué después de todo él es un buen tipo.

— Margaret— Le llamé mientras tocaba levemente su hombro. Ella saltó sorprendida por mi llamado.

— Matt, que susto— Respondió— Me quedé dormida.

— Lo sé, anda a la cama a descansar, ahí te dañarás la espalda y el cuello— Reí.

— Gracias Matt— Agradeció levantándose del sofa— ¿Ya te vas?

— Sí— Afirmé tomando mi mochila— Nos vemos más tarde.

Me despedí de mi tía con un abrazo y salí del departamento, bajé las escaleras para encontrarme con la fría acera y el frío pavimento de la calle. Veía como todas las personas caminaban de un lugar a otro, con caras serias, sin preocupaciones, era de mañana, quizás todos se dirigían a trabajar o a estudiar como yo lo hacía, la única diferencia era que yo si demostraba mis nervios y mi preocupación por ser el primer día de clases. ¿Cómo hacía toda esa gente para ocultar sus emociones? Aún no me acostumbraba a la vida en Europa, todo era tan ordenado que se me hacía extraño.

Caminé hasta la parada de autobús y esperé con mis manos dentro del abrigo, tan pronto llegó el autobús me subí y me senté en uno de los primeros asientos, saqué mi teléfono para verificar la hora, al parecer llegaría un poco antes de la primera clase.

Y así fué, después de bajarme del autobús, llegué a la entrada de la universidad, revisé mi teléfono y vi que faltaban unos 15 minutos para la primera clase.

—Lo mejor será ir a buscar mi horario— Me dije a mi mismo en voz baja mientras era ignorado por la gran cantidad de estudiantes que también entraban al campus.

Me acerqué a un pequeño establecimiento que estaba apenas al entrar, en ese lugar habían varias chicas que también parecían ser estudiantes, pero con mucha más experiencia, me percaté que estaban ayudando a los estudiantes de nuevo ingreso a no perderse en su primer día.