Capítulo 35: La Curiosidad Mató Al Gato

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Fotografía de Alicia


—Solo resiste un poco más— Me dijo Daniel en un tono demandante.

— No creo poder aguantar— Respondí con voz jadeante. Mi respiración estaba hecha un caos.

— Ya casi, solo un poco más...

— Arg...

— ¡Listo!

Mi cuerpo cayó inmediatamente de espalda rendido sobre el césped, mi pecho no paraba de subir y bajar, sentía que mi corazón iba a estallar, todos mis músculos estaban completamente sudorosos y agitados.

Me quedé observando el cielo por un largo momento mientras relajaba mi cuerpo. La brisa de la mañana era muy fresca y eso ayudaba a relajarme.

Después de despedirme de mis padres y mi tía en el aeropuerto, el rubio me invitó al patio trasero de las habitaciones para hacer ejercicios.

El día estaba completamente despejado y bonito, la primavera estaba en su máximo esplendor, todo era frescura y armonía, acompañado de un delicioso pero muy agradable olor de flores.

En el patio habían decenas de estudiantes haciendo diferentes tipos de actividades, cómo ejercicios de relajación, pintura, dibujo, incluso algunos solo estaban tomándose fotos, mientras otros simplemente estaban sentados platicando debajo un árbol. Absolutamente todos estaban disfrutando del hermoso día.

Daniel y yo no nos quedamos atrás, estuvimos corriendo por un buen rato alrededor del patio, luego de correr por media hora, hicimos varias sentadillas, flexiones de abdominales y finalmente flexiones de brazos. La rutina de Daniel era intensa a pesar de que éste había disminuido varias repeticiones.

Sentía como cada extremidad de mi cuerpo dolía intensamente, mientras que Daniel estaba sentado a mi lado luciendo como si no hubiesemos hecho nada de ejercicio, estaba  lo más tranquilo y relajado posible.

— Toma— Dijo de repente pasándole una botella de bebida energética— Es necesario que repongas los electrolitos perdidos.

Soportando el dolor de mis músculos me levanté y me senté sobre el césped, tomé la bebida entre mis manos y la abrí para comenzar a tomar de ella.

Ambos estábamos vestidos con ropa deportiva y muy ligera para hacer ejercicio. Yo traía puesta una camiseta negra y un short del mismo color, además de una banda elástica sobre mi frente para evitar que mi cabello se humedeciera con el sudor. Mientras que Daniel traía una camiseta azul sin mangas que hacía resaltar muy bien sus increíbles brazos, y más abajo un short de color gris, el cuál estaba hecho con un tela tan delgada que se le marcaba todo lo que se traía allá abajo.

—Lo siento— Me disculpé con cansancio— No soy muy bueno para ésto.

—¿Pero que dices?— Preguntó Daniel riendo— Lo hiciste genial, Matt. Tyler no logró hacer ni la mitad de lo que hicimos hoy.

Hablando de Tyler, recordé que la última vez que había visto al chico solo, estaba llorando en la cafetería. Normalmente cuando está con nosotros o con las chicas, suele ser un sol andante que va haciendo chistes de doble sentidos y bromas muy pesadas, pero cuando Tyler se aleja de nosotros y queda completamente solo, empieza a lucir algo apagado y deprimido.

Con ese comportamiento nunca podríamos saber si necesita de nuestra ayuda algún día...

— La otra vez...— Comenté algo preocupado— Estaba en la cafetería, cuando Tyler entró de repente llorando ¿Eso es normal en él?

毒: POISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora