Los Hilos del Destino

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Pensaba dar todo por perdido con Yoongi. Si ya no le gustaba, me lo podía haber dicho, o si todo simplemente fueron polvos para él y no algo sincero.

Estaba jodido, claramente Yoongi no sabía que yo tenía Instagram. Eso era obvio. Además, en mi cuenta de Instagram ni siquiera tenía fotos mías, solo la usaba para ver qué publicaban cuando estaba aburrido.

¡Qué molestia!

Una llamada entró en mi celular. Sí, era Yoongi.

—Hola, bebé. Discúlpame por hablarte mal la otra vez que intentaste conversar conmigo.

—Ajá —respondí un tanto seco.

Esperen... Así como Yoongi jugó conmigo, ¿puedo jugar con él, no? Aparte, solo sería un poco de diversión. Me dolía, pero no quería dejar que se saliera con la suya.

—¿Qué pasa, bebé? —habló tras el teléfono.

—Oh, nada, Hyung. Me alegra escucharlo de nuevo.

¡Qué cojones ni qué nada! Ya no quería saber de este tipo en mi vida. Aun lo amo, lo admitiré, pero... "Nunca ames a alguien que te haga sentir ordinario" llegó a mi cabeza y, claramente, Yoongi me hacía sentir ahora como un cualquiera.

—¿Cómo ha estado, Hyung? Lo extraño mucho —dije con un pequeño puchero. Ups, esperaba que no se notara falso.

—Bien, bebé, igual te extraño.

—Me tengo que ir. Tengo cosas que hacer. Hablamos después, Hyung. ¡Lo amo!

Colgué y me eché a reír, pero con un pequeño dolor en el corazón.

[...]

—¡Adiós, papi!

Gritó la niña justo cuando iba a entrar al kinder. Hice un buen trabajo; la peiné bien, le hice dos chonguitos a los lados, y tenía sus calcetines largos y su uniforme. Me despedí con una sonrisa mientras elevaba la mano. Me retiré del lugar y justo recibí una llamada. Era Wendy.

—¡Hola, Jimin! —se escuchaba una voz muy alegre en el teléfono.

—Hola, Wendy, ¿qué pasa? —reí levemente, pues no me esperaba su llamada.

—¿Podemos vernos?

—Te recuerdo que no estoy en Corea.

—¿Y quién dijo que estaba en Corea, Minnie? —Se escuchó una risa un poco malévola. ¿Qué estaba pasando?

—Oh, estás acá —reí—. Bien, ¿dónde nos vemos?

—En la cafetería que está en el centro de Washington.

—Bien, ¿a qué hora? Que sea antes de las 10 a. m., eh. Tengo una pequeña que cuidar y sabes que tengo que ir por ella al kinder.

—Bien, llega de una vez. Estoy cerca del sitio.

—Vale, en un momento llego.

Colgué y tomé el bus hacia el centro de Washington. Llegué a la dichosa cafetería y ahí estaba Wendy, levantando su mano con una sonrisa.

—¿Cómo llegaste acá? —me senté frente a ella.

—Ya sabes, los intercambios de las escuelas. ¿Y tú? ¿Ya no estudiarás?

—Estudio en línea. Mando mis trabajos por correo —reí levemente.

—¿Sabes lo de Yoongi? —me miró con un semblante un tanto triste. Al parecer, Yoongi lo hizo público ya en Corea.

—Sí, vi una foto en Instagram de él y Hoseok —suspiré.

—¿Y qué piensas hacer?

—Le devolveré el mismo dolor que él causó en mí. Esto no se puede quedar así, ¿sabes?

—¿Pero cómo vas a hacer eso?

—Después te cuento. Sigo en ese proceso y, capaz, cambio de opinión. No quiero arruinar mis planes y que te enojes conmigo por cambiarlos —reí.

—Vale, entiendo. Jimin, quiero conocer a la niña. ¿Puedo? —hizo un leve puchero.

—Bien, ¿me acompañas por ella en unas horas? —Sonreí y llegó un mesero de la cafetería.

—¿Qué van a ordenar? —dijo mientras portaba una libretita.

—Me pone un capuchino, por favor —dijo Wendy—. ¿Qué vas a llevar tú? —me miró.

—Ehmm, yo quiero un café americano.

—Para él, un americano, por favor —sonrió y el mesero solo se fue.

Nos la pasamos platicando alrededor de dos horas, hasta ser las 10. La niña sale del kinder a las 11, así que tomamos el camión para llegar 10 minutos antes de la hora. Wendy y yo nos sentamos en una banqueta enfrente del kinder. Veíamos a niños correr para después hacer filas.

El timbre sonó. Sí, era una canción infantil para que los niños salieran de las aulas en orden.

—¡Papi! Hice amigos en el kinder y mira, te hice un pequeño dibujo —la vi salir contenta del kinder con una hoja llena de pintura. Era un dibujo lindo, donde salíamos ella y yo.

—¡Mira qué lindo dibujo! ¡Me encanta!

Dije con una gran sonrisa y me puse a su altura para tomar el dibujo y después cargarla.

—¿Papi? ¿Te dice papi? —habló Wendy, casi a punto de reír.

—Sí, es mi papi, ¿por qué? —dijo Daphne mientras me abrazaba—. ¿Eres la novia de Jiminnie?

Wendy se sonrojó.

—No... Yo solo soy su amiga.

—Eres muy linda. ¡Deberían ser novios!

Ambos reímos y llegamos a casa. Wendy observaba de arriba a abajo, y Daphne fue a acomodar sus cosas del kinder y a comer. Sonó mi celular y lo tomé. Era un mensaje de Hoseok.

—Ya te enteraste, ¿no?

Joder...

Hyung... Could give me sex? // ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ  CORREGIDA✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora