Las razones por las que puedo tenerte.

Duelo

Siento como sí me hubieran calcinado por dentro, un dolor tan profundo que no me permite levantarme; incluso me cuesta respirar con normalidad. Mañana será el funeral de mi hermana y yo todavía no me hago la idea de que la he perdido para siempre, lo peor de todo es que ha muerto por mi culpa; esto tiene todos los tintes de una venganza narco.
No soporto pensar en eso sin embargo mi mente no da cabida para otra cosa, me carcome todo lo que pude hacer y también todo aquello que no debí realizar, como acompañar a Colt Morrison a intentar asesinar a su hermanastro. Al principio me pareció una causa por la que estaba dispuesta a arriesgarme pero nunca hubiera aceptado que el precio a pagar por ese absurdo intento de matar al cerdo de Keilan fuera a ser la vida de la persona que más quería en el mundo, además de mi madre.

Digamos que ha salido algo bueno de todo esto, Zett ha puesto la denuncia por violación en contra de su hermanastro; lo mas probable es que se salga con la suya y esto sea tan solo un intento vano de darle su merecido pero al menos quedará marcado, con un poco de suerte el testimonio de Sarah será creíble para las autoridades además de lo suficientemente detallado para poder trazar una reconstrucción de los hechos. Lo que me preocupa es que su padre pueda intervenir en su contra y hacerles daño para que no sigan con el proceso.

Mi madre entra a mi cuarto en medio de mis cavilaciones y se deja caer a mi lado, en la cama, me abraza y comienza a sollozar, no puedo evitar llorar a su vez.

—No puedo creer que mi niña ya no esté—dice con voz ahogada—mi pequeña, Andry no puedo con esto... Estoy perdiendo la batalla contra el dolor.

—Yo también, no quiero vivir en un mundo donde Lina no exista, la necesito... Daría mi vida con tal de que ella regresara—mis manos tiemblan, mamá intenta calmarme pero no puede hasta después de algunos minutos—estaba tan ilusionada, en su último año... No recibirá su título, ni irá al baile de graduación, ni entrará a la universidad a estudiar microbiología como siempre quiso. ¡Mamá! Mi hermanita mayor ahora es solo un recuerdo, ¿cómo lo voy a lograr sin su risa, sin sus bailes, sin sus ganas de lograr todo lo que se proponía?, ¿quién me va a dar las ganas de hacer locuras, de correr riesgos?... He perdido mamá, a la única persona que lograba convencerme de intentar grandes proezas aún cuando en muchas ocasiones nisiquiera quería levantarme por las mañanas, necesito de ella para que se ría, me abraze y me convenza de  hacer aquello que sí hubiera sido por mí jamás me hubiera atrevido. Todo por ella valía la pena.

—Ay, hija... Tú no tienes ni idea de lo despedazada que estoy, Lina estuvo casi 19 años en mi vida como puedo pretender vivir sin ella en menos de dos días, cómo puedo creer que todo va a estar bien sin... Mi niñita.
«Tu padre vendrá para el funeral, tenemos que intentarlo... Tal vez sí todos estamos juntos las cosas sean más fáciles».

*  *  *

Siento como la desolación me carcome mientras camino bajo el sol, llevando el ataúd de mi hermana sobre mis hombros junto con mi madre, mi padre, Los Morrison y varios compañeros de clase de Lina.
Dicen que en el colegio hay un gran barullo por la muerte de mi hermana, creen que la mató un cliente de su negocio (al parecer no lo mantenía en secreto) pero yo estoy casi segura de que no es eso. Mamá dio un discurso tan doloroso en la misa que puso a llorar a más de media iglesia «despedir a la persona a la que vi crecer, con la que soñe que le daría un futuro maravilloso, a la niña que tanto adore me esta matando por dentro. Sí no te tengo, pequeñita, nada en el mundo podrá contrarrestar mi dolor...» fue muy triste, cada vez que recuerdo parte de lo que dijo una lágrima se desliza solitaria por mi mejilla, a mí me tocará dar el discurso antes del entierro; Jean Claude quería hacerlo pero mamá dijo que no lo merecía.
Sé que es mucha responsabilidad, he preparado algunas cosas pero no se sí tendré la voz y el valor de decirlas cuando llegue el momento, que será ya pronto.