Diario de los sueños

7 Abril 2020 Madrugada

Ocho de la mañana, fuera llueve limpiando el desastre humano,
otra noche en vela sedujo a la falta de disciplina,
otra sidra, otra birra, otra forma de olvido de la mas cruel prisión,
atrapada en mi cabeza a solas con el huracan.

Cuarentenas son eternas viviendo bajo el peso de unas alas,
si como Larra se que mi destino es besar a una bala,
anhelando carreteras donde perder la fe, recuperar a la bestia,
respirar aires lejos de pieles taimadas con las que me forré los pies.

Buscando calor me pertreché con suaves plumones,
hoy aristas de obsidiana atraviesan pulmones tan negros,
silvidos de rapaces al amanecer parecen gritos de desafío,
guerra de calor doloroso deseando el invierno que lleve el frío olvido.