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Inextricable

Como una linda mariposa

Eso era Hoseok ante mis ojos. Mientras hablaba me dediqué a observar en mi intimidad cada una de las facciones que lo hacían ser él, su nariz alargada, sus cejas pobladas, sus labios gruesos rojos, sus mejillas y sus ojos oscuros que eran profundos; incluso su dicción, la manera en la que pronunciaba las palabras la tenía grabada en la memoria. Imposible de olvidar.

Hoseok era una hermosa mariposa de colores únicos, sus alas extendidas mostraban unos patrones que rozaban la perfección y sus dulces movimientos me seducian sin medida. No era propio de sentir, muy seguramente era raro, estúpido inclusive y sin embargo había hallado satisfacción dentro de ese inmenso placer culpable que era verlo bajo la luz de mi intensa obsesión, una que había sabido ocultar y manejar con éxito rotundo.

Eso creía yo.

Mientras le contaba sobre el gran trabajo fotográfico que había hecho para un grupo Kpop reconocido, me fijé en el malestar de Hoseok; por algún motivo su brillo comenzó a cobrar un tono opaco y nervioso, me sentí intranquilo de pensar en que había hecho algo que estaba muy mal y no tarde nada en preguntarle.

— ¿te sientes bien, Hoseok?

Mi pregunta fue básica, porque pude notar de que a pensar del ambiente normal que había, Hoseok sudaba a mares, se movía de un lado a otro y supuse de inmediato que estaba comenzando a aburrirse de mis tonterías. Me sentí intranquilo por quizá estar siendo demasiado insistente en que escuchara mi mierda, cuando el tenía tanto qué hacer un jueves en la noche.

— Yo-aamm sí. Claro que sí. — Él respondió aquello en un tono rápido y me quedé observando su rostro. Maldita sea, Hoseok era un hombre realmente hermoso, uno con un cuerpo altamente musculoso que estaba impregnado de una sensualidad infinita, sus labios temblaban pero aún temblando provocaban cosas en mi que no debía, que no podía sentir.

Sonreí asintiendo y él hizo lo mismo volteando a ver hacia la barra, ahí lo vi centrarse en una pareja que se besaba.¿Era quizá por que quería salir rápido de aquí? ¿Tendría una nueva novia y no me lo había dicho? muy seguramente debía ser así. Hoseok nunca me hablaba con mucho detalle de las amigas con las que salía, sólo lo básico, es decir citas y pequeños encuentros con personas que le interesaban, pero nunca nada profundo; y aunque eso me convirtiera en un horrible ser, me sentía feliz de que ninguna mujer fuera lo suficiente para atraparlo.

¿Quién en esta vida podría tener a un ser tan libre y maravilloso? Ni siquiera yo me atrevía a absorverlo de ninguna manera, y si lo hiciera, estaba seguro que lastimaría sus alas, porque lo que yo sentía por Hoseok no era propio de sentir por alguien que es tu mejor amigo.

— ¿seguro de que nada pasa? — sus ojos viajaron observandome y mi corazón latió como cuando aún eramos adolescentes. Humedeci mis labios con el pasar de la lengua y desvié la mirada inquieto, porque estúpidamente comenzaba a comportarme como en el pasado; hoy más que nunca. — ¿Hoseok? — me encontré con su mirada profunda que me evitó una vez llamé su nombre. No entendía qué le sucedía y eso comenzaba a afectarme también.

— Eemmm, no. Estoy bien, en serio. — él lo respondió e intenté por todos los medios reponerme del horrible impulso que era tan fuerte y buscaba salir.

— Has estado algo distanciado estos días, Hoseok, por eso te llamé aquí para que habláramos. No me gusta que mi mejor amigo esté tan lejos de mí y menos ahora que estoy próximo a dar un paso tan importante. Ni siquiera fuiste al primer ensayo.

Me sorprendió la facultad que tenía para usar mi máscara y así redirigir mi sentir; Sí, lo extrañaba, mucho más hoy que nunca. Cada que pensaba en lo que estaba por hacer, lo que estaba haciendo y en las cosas que hice para que todo resultará de la manera en la que estaba, me sentía culpable, confundido y arrepentido, porque yo no la necesitaba a ella en lo absoluto, pero sí al hombre que estaba en frente mío mirando a otro lado que no era a mi...