Se que no soy la unica.

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Yo lo se.

Se que no soy la única persona en la vida de mi esposo.

También se que está viendo a otra mujer, a otra que no soy yo, se las mentiras que me dice al irse de casa, y se cuando esta fingiendo que viene exhausto del trabajo, sus sonrisas falsas.

Claro que me siento estúpida, mi esposo me engaña y eso es algo que verdaderamente me está partiendo el alma.

-¿Quieres desayunar cariño? -Le dije en un tono dulce

-Eh... no ya voy tarde para el trabajo.
-Dijo en un tono seco.

-Oh... -Baje la cabeza- Esta bien dame un beso.

Me acerque hacia él y lo tome de los hombros para depositar un pico en sus labios, me miro durante unos segundos y después se marcho, camine hacia la puerta dedicándole una cálida sonrisa y moviendo mi mano le dije adiós.

Ingrese a la casa con una mueca de tristeza, y Salí al patio, con una copa de vino me senté a la orilla del la piscina y sentí mis ojos cristalizarse.

Liam.

Afloje mi corbata mientras conducía por las calles de chicago, pase mi mano por mi rostro y después por mi cabello en una señal de frustración, no podía negarlo me sentía culpable, por engañar a mi esposa, a la única mujer que había estado siempre para mí, pero no podía evitarlo, Sandy me atraía como nunca imagine que me atrajera otra mujer, yo no quería engañar a Jessica pero no pude evitarlo.

Camine por el pasillo largo del bar hasta llegar a la barra, donde Sandy me miro y me dedico esa sonrisa seductora que tanto me gustaba, su vestido pegado a su figura y su cabello pelirrojo cayéndole en cascadas hasta la cintura me volvía loco, llegue a su lado plantándole un furioso beso mientras la sujetaba por la cintura atrayéndola a mí, la imagen de mi esposa se borro al instante de mi cabeza en el momento que Sandy metió su lengua en mi boca, después de aquel magnifico beso dos shots de Jack Daniel's aparecieron frente a nosotros, y con un ligero brindis sentí el ardor recorrer mi garganta.

Jessica.

-El y yo hicimos una promesa, una promesa de amor... -Dije quitándome mi anillo de compromiso mientras sollozaba.

Me abrace a mi misma mientras mis sollozos inundaban la fría y vacía casa, sentía las lagrimas bajar por mis mejillas y caer sobre mi regazo, con un ligero color negro anunciando que se llevaban consigo restos de mi maquillaje, coloque mi mano en mi pecho el cual dolía.

Tome dinero de mi bolsa y en un mar de lagrimas me dirigí al auto, encendí el motor saliendo del garaje en dirección a la licorería más cercana, me sentía débil, cansada y traicionada.

¿Qué había hecho mal? ¿Cuál fue mi error para conseguir que él se hartara de mí y se consiguiera a alguien más?

Baje del auto sin preocuparme por mi patética imagen, y entre al local camine hacia el final del pasillo tomando una botella de licor, caminando por el pasillo tome la botella y desesperadamente me la lleve a la boca dando un largo trago, sintiendo como me quemaba la garganta, tome tres cajas de gasolina y me dirigí hacia la caja a pagar, el chico de la caja me dio una mirada sorprendida, debía estar hecha un asco.

-¿Se encuentra bien señorita?

-Mejor que nunca. -Dije entregándole el dinero.

-Se que no es mi asuntó pero debería saber que ninguna mujer merece llorar por un hombre.

Sonreí tristemente dejando escapar una pequeña lagrima tome la botella y le di un trago mientras miraba al chico.

-Tiene razón, no es su asuntó.

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