Carta I

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Yuuri se quedó mirando el sobre de papel con desdén, era sumamente raro ya que no recibía correos que no fueran los estados de cuenta de sus tarjetas de crédito y aquellos sobres siempre venían en blanco con el logo del banco, suspiro cansado, tal vez su madre le había enviado a una carta... lo pensó por un momento y desecho la idea, su madre le hubiera llamado así de simple. Cerró el buzón y entró a su departamento, se sentía algo cansado había tenido un largo día en la clínica veterinaria. Cerró la puerta detrás suyo y dejó a un lado los sobres, acostumbraba llegar, bañarse y leer la correspondencia.

Hoy sería un poco diferente le causo curiosidad el sobre azul, la tomó y fue hasta su sillón, la abrió con cuidado no quería romper el contenido.

Hola Yuuri.

No me conoces, pero se podría decir que yo te conozco, te he visto cansado últimamente ¿sucede algo? Sea lo que sea, deberías sonreír más, tienes una hermosa sonrisa. Aunque te he visto sonreír pocas veces mi corazón se agita cuando lo haces ¿eso es amor?

Lamento no decirte quien soy... espero poder hacerlo más adelante.

Con cariño V.

El japonés volvió a leer la carta ¿de que trataba? ¿era una broma? ¿un acosador? En su vida había tenido uno ¿debía preocuparse? Considerando que sabía su nombre y la dirección de su casa sí. Mañana iría a la estación de policía. Arrugó la carta y estuvo tentado en tirarla a la basura, pero supuso que sería una prueba contra su acosador.

La vida de Yuuri se limitaba a correr todas las mañanas desde muy temprano, volvía a su casa para desayunar algo ligero, ir a la clínica veterinaria y regresar a su casa. Una vida un tanto aburrida en la cual se refugió y adopto después de aquel incidente. Incidente en la que orillo a Yuuri de alejarse de todos aquellos que conocía, por ende, se mudó a otro país. Su nuevo hogar se caracterizaba por su clima frío Rusia no había sido su primera opción, sin embargo, evaluando las ciudades que tenía el país terminó eligiendo San Petersburgo.

Dejó atrás su antigua vida y se centró en reparar su vida, comenzó desde cero, volvió a fundar su clínica y se rodeó de buenos clientes que siempre lo recomendaban a más dueños preocupados por sus adoradas mascotas. Yuuri era bueno en lo que hacía, amaba a los animales, los trataba con respeto y bondad. Yuuri reparó su vida, pero no su corazón. Y era lo que le dolía todos los días pese a que sonreía.














N/A:

Hola aquí Kurose con una nueva historia.

en esta ocasión, es una con capítulos cortos. espero que sea de su agrado.

Cartas a Yuuri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora