Unos ruidos me despertaron, aún estaba tirada sobre el sofá y la mochila sobre la mesita. Me senté intentando repasar lo que había sucedido y opté por la opción de que todo había sido un sueño. Agarré la maleta, miré el reloj en mi chaqueta y vi que eran las cuatro de la madrugada, subí las escaleras directo a mi habitación para descansar mejor.
El día se pasó tranquilo, pero la noche fue aterradora. Escuchaba muchos ruidos, lamentos, llantos y unos fuertes golpes en la puerta, en el pasillo y la cocina, todo se estaba volviendo bastante confuso.
Sobra decir que no fui capaz de dormir nada, a pesar de que tuviese que ir a estudiar ese día. Durante la clase de geografía me eché una reconfortante siesta, la maestra enojada me dejó más tarea que a los demás.
A la hora del recreo, íbamos Andrea y yo por los pasillos.
- ¿Que sucede contigo? - Soltó.
- Nada, no dormí bien, es todo... - Apreté mis manos sobre las correas del morral.
- ¿Algo pasó en el cementerio? - Ella se detuvo y alzó la ceja inquisitiva.
Me giré muy sorprendida - ¿Porqué dices eso? ¿Cómo lo sabes?
- Entonces si, algo sucedió. - Continuó caminando delante mío. - Era obvio, esto tendría que suceder en cualquier momento... Y tardó bastante.
- Yo escuché muchos ruidos en la cocina y los pasillos... Y unos muy extraños golpes en la puerta. - Me hice a la par de Andrea, mientras abría las puertas de los comedores.
- ¿Que piensas hacer? - Pidió su comida y yo le seguí.
- No lo sé... Pero no quiero problemas con mis padres, y menos uno que altere la tranquilidad de mi hogar.
- Nos vemos hoy en la biblioteca a las tres, podemos investigar algo sobre el tema. - Yo le sonreí y asentí.
Nos encontramos en el lugar acordado. Encontré a Andrea pegada de un libro negro con una portada que no alcancé a descifrar, la biblioteca estaba algo sola, ya que era lunes, así que lo mejor era aprovechar la tarde al máximo.
Leímos varios libros e historias de miedo. Tras buscar un rato en la biblioteca, encontré un gran libro de clases de espíritus, energías y sucesos. Pasamos varias páginas leyendo sobre algunos temas.
Mis dedos recorrieron varias hojas estudiando hasta que se detuvieron en una hoja.
"Objetos Malditos"
Leí una pequeña descripción de aquel capítulo, según el libro, algunos espíritus se apegaban a objetos y estos canalizaban su energía. La manera de deshacerse era enterrando el objeto y limpiar la casa con hierbas y crucifijos.
Llegué a casa muy cansada, mis padres se encontraban sentados en la sala hablando y riéndose. Me vieron, me saludaron y nos sentamos a comer.
- ¿Que tal tu fin de semana? - Rompió mi mamá en plena cena.
- Este, muy bien... Como siempre. - Mentí.
- ¿Segura? No suenas muy convencida. - Dudó mi padre.
- Si, si, todo está perfecto... Estoy un poco cansada es todo. - Era la segunda vez que usaba esa frase en el día.
Fui, me acosté, intentando dormir, y a eso de la madrugada desperté completamente.
- ¡María, necesito que bajes! - Mi madre gritó desde la cocina.
Yo me levanté, me puse las pantuflas y salí de mi habitación, todo estaba oscuro y cuando estuve a punto de bajar las escaleras alguien me puso la mano en la boca y me arrastró hacia atrás silenciosamente.
-----------------------------------------------------------
Siento la demora, el capítulo lo he hecho cuatro veces, ya que se borraba.
Pero ¡Lo logré! Y aquí lo tienen.
Feminiist_ UwU para que no chilles, jajaja uwu
ESTÁS LEYENDO
¡No abras!
ParanormalDATO CURIOSO: Cuando vas a un cementerio hay riesgo de que un espíritu se apegue a ti... un espíritu que se puede ir contigo a casa. CREO QUE DESATÉ ALGO PELIGROSO...