Observé con ansiedad el reloj encima del pizarrón. El profesor Graham junto con Alex no habían dejado de darme extrañas miradas. Este último lo hacía con más intensidad, habíamos quedado en una especie de tregua. A pesar que seguía con rencor, no podía evitar llevar las cosas con calma. Al fin y al cabo, nos íbamos a casar pronto.
En pocas palabras: Habíamos vuelto al inicio. Ambos inseguros, sin saber cómo reaccionar e intentando ganar la confianza del otro.
Sin contar que prácticamente lo había lanzado a los brazos de Shawn. Le sugerí quedarse con Shawn, por lo menos estás últimas semanas. De algún modo, sentía que le debía algo. Nunca voy a olvidar como intentó protegerme y defenderme ante mis padres. Ni siquiera mi hermano me defendía, por lo que fue algo que realmente me conmovió. Al fin y al cabo, Shawn es la pareja de Alex así como Ethan era la mía.
Pero lo que realmente me tenía distraída, era Adham. Desde que le vi salir de aquel apartamento, no había dejado de buscarle con la mirada por todos lados. Quería verle. Quería explicaciones.
El timbre sonó anunciando el fin de la clase. Me levanté con rapidez, queriendo salir lo más rápido posible.
Pero una voz me detuvo.
—Allison.—ordenó el profesor por encima del ruido de los estudiantes.—¿tienes un minuto?
Respiré profundo, di media vuelta y asentí.
—¿Como has estado?—preguntó en cuanto me acerqué a su mesa. Sus ojos me analizaron con delicadeza.
—Gracias por ayudarme.—solté de golpe. Ya sabía que quería hablar conmigo del tema de mi madre.—me ha salvado la vida, literalmente.
—¿Literalmente?—repitió cuidadosamente la palabra.—¿tu vida realmente correría peligro si no te hubiera ayudado?
Me removí incómoda. No tenía planeado decirlo, la verdad. Las palabras habían salido de golpe desde el fondo de mi pecho.
El profesor me miraba con tranquilad, esperando mi respuesta pacientemente. Queria comprender la gravedad del asunto.
—¿Realmente le interesa saber?—las palabras salieron con tristeza de mi boca.
《Joder, Allison, contrólate》
—Debes dejar de pensar que a nadie le importas, Allison Misri. Siempre habrá alguien dispuesto a escucharte, entenderte y amarte.
—¿Y si esa persona que está dispuesta, es justamente la persona que no deberías amar? —repliqué insegura.
—No hay nadie que 《no deberías amar》todos deberíamos y debemos ser amados. El amor no distingue entre el deber y el querer, la distancia o la raza, la religión o la inclinación sexual.—suspiró.—y ahora, respondeme, ¿tu vida realmente correría peligro si no te hubiera ayudado?
—Sí.—respondí con firmeza. Mordí mi labio inferior y con timidez solté:—si se enteraran que me escapé...
—¿Y por qué escapaste? ¿Por qué no hacerlo oficial?
—El Peligro de Amarnos que nos persigue no nos deja hacerlo oficial. Lo asesinarían. Y Allah sabe qué pasaria conmigo. Sin contar el pecado y el castigo de Allah que me espera. No todo es simple, no todo es feliz. No todo es amor.—negué con la cabeza.—nada dura para siempre. Si hoy hay amor, mañana quizás no lo haya.
El profesor asintió sin estar convencido. Me entregó un papel.
—Tiene que estar firmado por tus padres, esta tarde tendremos un viaje escolar, es obligatoria la asistencia, de lo contrario perderías el año.
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El Peligro de Amarnos
Ficção AdolescenteAllison Misri es una chica árabe, fuerte y segura. Su estricta religión la obliga a mantenerse alejada de cualquier hombre que no sea árabe. ¿Lo malo? Está profunda e irreversiblemente enamorada de Ethan Rizzo. Un loco italiano, atractivo, desafia...