Capítulo 12

244 15 0
                                    

Estaba a punto de tomar un baño cuando de la nada Precia entra a mi cuarto tomándome firmemente del brazo, arrastrando me al cuarto de castigos sin ningún motivo y solo en bóxer lanzando me contra el piso para después dirigirse a la puerta; la cerro y con un odio casi palpable tomó su artículo comenzando el tormento. Inmediatamente gire mi cuerpo para que los latigazos dieran en mi espalda, apresar del dolor de mi cuerpo mi mente seguía preguntándose ¿Qué pasó esta vez?, estábamos a mitad de semana y como de costumbre Precia no dió señales de estar en casa pronto; algo no estaba bien y era raro que no me diera una sola palabra ya que siempre lo hace cuando me infringe daño, las palabras que normalmente soltaba me daban siempre una idea del delito que ante sus ojos realicé o en su defecto la nueva frustración que desquitaba conmigo.

Al termino de darme 6 azotes sus ojos no dejaron de verme con una gran irá para que simplemente se diera la vuelta y salió a paso firmé, note el familiar sonido del seguro siendo puesto para continuar con pasos alejándose. Me había quedado ahí con lágrimas en los ojos tratando de encontrarle sentido a mi vacía existencia, mi mente no dejaba de recordarme el monstruo que soy, ¿Porqué no pude haber nacido como mi hermana? ¿Qué es lo que hice para merecer esto?; Preguntas sin respuesta y súplicas a quién fuera que podría estar escuchando que dieran ya por terminado este dolor y sufrimiento de una vez.

< Recuerdo de hace 6 años >

Mi hermana y yo estamos es mi habitación, era costumbre para nosotras jugar con nuestro cabello y Alicia cada vez me decía que era un niño muy guapo, me acomodaba mi cabello en una gorra para aparentar que lo tenía corto y usaba las camisas de nuestro papá que aún me quedaba algo grande (o muy grande diría yo),  para hacer de un principe —Mira Fate, eres un apuesto principe que va a rescatar a una princesa en peligro de la torre más alta— los juegos de princesas y caballeros andantes son sus favoritos — Alicia no me siento como un principe, ¡tan solo mírame!, ¿Qué clase de principe usa una gorra en la cabeza y una camisa que ni siquiera le queda bien?— tal vez no era de andar leyendo cuentos sobre principes y princesas, pero claro que tenía idea de cómo es que debían de vestir —Fate no seas tonta, ambas sabemos que esto no es más que un simple juego así que no te lo tomes muy en serio— vaya que éramos distintas —Se que se trata de un juego tuyo al que permito que toques mi cabello y papá nos deja usar su ropa, pero ya estamos muy grandes para esto ¿No lo crees?— me dió la razón pero no me dejo quitarme la gorra, solo la camisa para después al fin poder ponerme algo que si de ajustará a mi cuerpo.

Aunque mi hermana y yo no viviéramos juntas, somos muy unidas y cada que nos veíamos además de jugar, hablar de lo que pasaba mientras ella estaba con mamá y yo con papá, era muy cariñosa conmigo al darme muchos abrazos que tenía entendido eran como un consuelo por el nulo afecto de nuestra madre hacia mi. Sino fuera por papá nuestra madre nos hubiera separado para siempre, Alicia, cuando éramos más pequeñas me comentaba que nuestra mamá no hablaba de mi, le hablaba de papá y de que no estaban juntos por diferencias entre ambos pero que él la quería.
Esa fue la primera vez que me sentí horriblemente mal al no ser mencionada por mi propia madre, sé que mi hermana no tenía la intención de hacerme sentir mal pero nos afectaba ha ambas, ella ya estaba acostumbrada a que yo era un fantasma inexistente para mamá y no habla de mi delante de ella porque simplemente le decía que yo no era su hermana y que su única hija era ella. Durante un tiempo Alicia trato de hacerla cambiar de parecer sin éxito dejando de intentar y enfocándose más en darme cariño junto con papa.

Alicia sabía que yo era “especial” y para sorpresa de nuestro padre ella conocía la razón del porqué; nuestros padres mantuvieron una muy fuerte discusión hacia ya un año antes dónde Precia mencionaba mi condición dando fuertes gritos a nuestro padre recordando la razón de su separación. En ese entonces mi hermana sabía las diferencias de los niños y las niñas por lo que me empezó a ver como un niño, mi papá al ver esto la cuestionó, sabiendo lo que pasó le dijo que yo era “especial” debido a eso y que aún así era su hermana. Yo no sabía nada hasta después de unos días mi hermana me lo contó y desde ese momento yo seguía siendo su hermana con el exclusivo de que ella podía hacerme comparación con un niño al decirme guapo y tratar de hacerme ver como uno mientras estuviéramos en casa jugando.

Me mantenía feliz conmigo al estar en casa con papá y Alicia, ella era la más entusiasmada para no hacerme sentir mal —Sabes Fate, deberías cortarte el cabello— no era la primera vez que me lo decía —Mi cabello así está bien, papá dice que puedo tenerlo así y no quiero cortarlo— está era de las pocas cosas que podía compartir con mi hermana —Pues deberías de pensarlo, si te lo cortas te verías como un muy apuesto principe y quién sabe a lo mejor encuentras una linda princesa con la cual llegar a casarte— mi hermana tenía ya planes para mí, pero no creo que pase aún — Se que es lo que más te gustaría, pero esta es una de las pocas cosas que comparto contigo que nos hacen ver como gemelas y no quiero perderlo— al verla supe que por ahora dejaría de molestarme con eso por un tiempo al menos. No tenía el pelo demasiado largo ya que mi papá me llevo hace poco a una peluquería y lo despuntaron, no le dije nada más y continuamos con lo nuestro.

Al ser ya tarde papá nos dijo que era casi hora de que se fuera con Alicia y está iba hacer casi la última vez en verla, nuestro papá tenía que trasladarse a otra cuidad debido a su trabajo y como yo vivo con él, nos teníamos que ir y nos volveríamos a ver en verano o al menos eso es lo que dice mi papá —No te pongas triste Fate, el verano está cerca y podremos divertimos en la nueva casa— Nuestro papá compro una nueva casa en la nueva ciudad y lo que nos comentó es que era lo suficientemente grande cómo para tener cada una su propio cuarto —Si, espero que me ayudes a decorar mi cuarto— con eso mi papá y Alicia se fueron a la casa de mamá.

< Fin del recuerdo >

De verdad extraño a mi padre y a mi hermana, mi cabello me llegaba un poco debajo de los hombros y eso a veces me daba la imagen de cómo se debería de estar viendo actualmente Alicia si aún continuará viva; el verme en un espejo mi mente jugaba con la idea de mi hermana y es muy doloroso volver a la realidad donde ella ya no está.
No me di cuenta del tiempo que transcurrió y mi madre volvió para otra dosis de castigo; se acercó a mi solo para darme una gran paliza de golpes en dónde le suplique a Dios no llegara a tocar, mi miembro fue víctima de la nueva furia de Precia y aunque me doblará y tratará de cubrirlo pero era inútil, con sus pies eran los que me daban con gran fuerza y aunque llorara pidiéndole un sin fin de veces que dejará de hacerlo, no se detenía y en algún momento de tanto daño llegué a perder la consciencia esperando que terminara todo de una vez por todas.

Eres mi ángel  (Nanofate) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora