3IP: Cam

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Y los días pasaron, pasaron lento pero todo miedo y estrés se habían ido ya

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Y los días pasaron, pasaron lento pero todo miedo y estrés se habían ido ya.

Recuperarse le había costado, las terapias habían sido duras y con el carácter de Cam no era fácil, pobres de los doctores la verdad.

—Bien solo entregaré mi ensayo y regresare de acuerdo —dije tomando mis cosas, como cada mañana pasaba a estar un tiempo con él.

—Tomate tu tiempo, no iré a ningún lado —aseguró mirándome con una sonrisa.

—Lo prometes —pedí pues aunque iba bien aún no salía de la zona de peligro.

Él sonrió cansado, me miró con sus brillantes ojos azules y una venda en su cabeza.

—Muy bien ven aquí —me llamó, me senté a su lado —respira quieres lo difícil ya pasó —me convenció.

—Seguro —murmuré nerviosa— el doctor dijo que tal vez tendrías otra cirugía si tu mano no mejora.

—Tranquila si —me calmó sonriente— mira —él levanto su mano torpemente, el temblor había bajado considerablemente.

—Está mejor —exclamé feliz.

—Si, ahora ve a la escuela, toma la clase completa y gradúate por favor no quiero tenerte en clases conmigo de nuevo —pidió irritado.

—De acuerdo —acepte más tranquila.

—Bien, por cierto puedes llevar mi ensayo —pidió mirando su mochila— fue mi culpa que lo hicieran así que es justo que entregues el mío.

—Claro —dije besando sus labios— te amo.

—Yo igual camarera —respondió sonriendo.

Fui a la escuela con una sonrisa, una de las que no había tenido en semanas.

Entré al salón y ahí estaban mis amigos.

—Tess, ¿Cómo está Cam? —preguntó Sam cuando me senté a su lado.

—Está bastante bien, al parecer vivirá muchos años más —anuncie feliz.

—Y pensar que hace seis meses preferiríamos que estuviera muerto —recordó Ellen.

Y la verdad es que tenía mucha razón.

Nunca pensé que sería así, si hace seis meses me hubieran dicho que me enamoraría de ese idiota, que tendría mi pequeña historia de amor y que estaría dispuesta a dar todo por él me reiría y diría que no era verdad, pero así eran las cosas.

Los siguientes minutos puedo decir que fueron liberadores para mi, hablar con mis amigos sabiendo que Cam estaba bien era la paz que había llegado a mí.

Antoni llegó y era la marcha de la muerte como decía él, nos hacía leer nuestros ensayos frente a todos, me daba miedo leer el mío pero esperaba poder leer el ensayo de Cam.

TR3S IMPACTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora