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Uchiha Madara 

~Pasado~

-¿Cuantas veces debo decirte que no debes salir tu sola?-

Y ahí estaba de nuevo, tenia que soportar otra vez el mismo sermón de mi padre; solo estaba ahí porque le debía respeto a mi padre, pero si fuera por mí, me hubiera ido de inmediato, ademas de que en esos momentos, aun no podía derrotar a mi padre, por algo era el líder del clan; por supuesto que eso cambiaría en menos tiempo de lo que creía de eso me encargaría, sin embargo por ahora tenia que escuchar callada . 

- Como hijo mio debes de mantenerte a salvo- 

Fueron esas palabras las que me hicieron levantarme y mirar a mi padre con expresión enojada.

- Hija- se cruzo de brazos, mire como levanto la ceja sin entender. - Se te olvida que tuviste una hija, no un hijo- 

Suspiro cansado.

- Sabes que no me refiero a eso- sabia que siempre era un reto tratar conmigo para el hombre que estaba acostumbrado a tratar con puros hijos varones; pues con ellos nunca había tenido problemas de rebeldía.

- Claro, nunca te refieres a eso, pero sigo fingiendo ser un hombre- dije mirando el piso.

Podía darme cuenta de que mi padre estaba cansado de tener esta misma discusión conmigo, pero no podía evitar molestarme por esto

- No volveré a discutir contigo sobre esto- me indico con su mano que volviera a sentarse frente a él. 

Suspire y obedecí; así que el regaño continuo hasta que llego a la parte que volvió a alterarme.

- Humillaste a mis mejores guardias, los dejaste en ridículo, si alguien más se entera- me levante de nuevo solo que ahora se estaba segura de que me veía más molesta.

- Lo que te molesta no es que derrotara a tus guardias, te molesta que fuera una mujer quien lo hizo- Mi padre no dijo nada.

Apreté los puños, cada vez soportaba menos esta vida que injustamente me había tocado vivir , estaba cansada de las clases de cocina, cansada de las lecciones de modales pero sobretodo estaba harta de que siempre me subestimaran, de que siempre me dijeran que por ser mujer era débil; yo había entrenado duro como para que me dijeran que por no tener un miembro masculino estaba destinada a ser débil. Y el simple hecho de que rechazara el molde con el que debía crecer hacia que mi padre perdiera la cordura y por parte de los guardias, sus egos se veían afectados al verse derrotados por una joven que se supone que era débil, y aun así siempre me perdían de vista, me encontraban únicamente cuando me dignaba a aparecer, tal vez inconscientemente quería que vieran que los había derrotado.  

Mire a mi padre y sin decir nada comencé a correr hacia la puerta, escuchando los llamados de mi padre, pero no me detuve, mi padre podría derrotarla en genjutsu o taijutsu pero en velocidad yo tenia la ventaja, así que salí y como siempre los guardias intentaron alcanzarme, llegando al punto de usar armas para ver si podían inmovilizarla, pero lograba esquivar todo hasta que llego un punto en el que logre pedir a los guardias, yendo de nuevo al lugar en donde los días pasados había estado hablando con Naruto; en una total desesperación por toda la situación, tiro mis cortos cabellos negros, gritando en voz baja, pues lo que menos quería era que me descubriera, eso implicaría que supieran mi ubicación del lugar en donde me escondía, la presión de los ideales absurdos del clan me estaban consumiendo, no estaba dispuesta a renunciar a mi ambición de ser una kunoichi poderosa, pero antes debía enfrentarme a mi propio padre y a los ideales tan arraigados de las personas y eso era lo que más me frustraba; pensaba que sin duda todo seria más sencillo si hubiera nacido como hombre, pero eso era algo que no podía cambiar.

Entonces recordé los mensajes que había intercambiado con Naruto, era algo raro, ademas de sus hermanos, ese chico me hacia sentir cómoda, era una situación extraña que jamas experimente y por desgracia mis hermanos mayores no se encontraban para que pudieran aconsejarme y esto no se lo contaría a mi padre o a otra persona del Clan. Estaba molesta por lo que me puse a entrenar tratando de calmarme, mejorando mis técnicas, perfeccionaría mi agilidad para el combate; y así hasta que caí agotada, con el sudor recorriendo mi rostro, la tierra me había ensuciado  pero poco me importaba, solamente me acerque al lago para remojarme la cara, sintiendo la sensación de las gotas frías mojar su ropa y que se me pegaba al cuerpo. Por ese breve momento, mire aquel tronco en donde lanzaba las rocas con las que mantenía comunicación con  Naruto, recordé como la manzana había pasado, preguntándome si aquel extraño portal podía pasar otras cosas de mayor tamaño o si se abría únicamente ante objetos del tamaño de una manzana; camine con una extraña idea en la cabeza, posiblemente el cansancio mezclado con  el frió del agua hacían que imaginara cosas que estaban fuera de la lógica, aunque  en teoría el hecho de tener un portal que hacia que mantuviera comunicación con otro chico, no era muy lógico que digamos. Suspire al estar frente al árbol, era algo raro lo que estaba pensando , pero sabia que el sentimiento de curiosidad no se iría hasta que no comprobara lo que estaba pensando; la manzana había salio bien incluso Naruto le afirmo que había estado deliciosa y las rocas llegaban enteras, sin pedazos rotos o algo de ese estilo, así que en teoría podría decirse que era seguro, pero tampoco estaba segura si mi cuerpo pudiera pasar; así que con lentitud y arriesgándome a perder los dedos, los coloque en el árbol; solté un sonido de sorpresa al ver como estos desaparecieron, pero al jalarlos pude ver que tenia todos mis dedos, así que metí esta vez la mano, viendo como esta también desaparecía, repetí el proceso un par de veces hasta que me arme de valor de meter casi todo mi brazo hasta el hombro.

No había duda, yo también podía pasar por ese portal.

La ilusión del amor (Naruto X Madara fem.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora