EL AMOR DUELE,
LA VERDAD TAMBIÉNMATEO:
Me despierto cuando mi viejo me avisa que se va a trabajar. Veo la hora y son las nueve de la mañana. No pasa mucho tiempo desde que lo escucho salir, hasta que suena el timbre.
Imagino que Pedro se olvidó las llaves o algo, y cuando tocan de nuevo me levanto de la cama. Voy al piso de abajo hasta la entrada para abrir la puerta, y me encuentro con la morocha llevándome una sorpresa.
— ¿Sabes que vivimos en Argentina, vos no preguntas quién es? —ríe Male.
— Pensé que eras mi viejo —digo refregándome los ojos por la luz de la calle, y noto lo grave que me sale la primera voz a penas me despierto—. ¿Qué haces acá? —pregunto confundido.
— Que feos modales... "Hola", "Buen día", "¿Cómo estás?, "Yo bien, ¿y vos? —dice imitando un dialogo—. Te vine a ver —contesta finalmente.
— ¿No tendrías que estar en el colegio vos? Es miércoles...
— Sí, pero no tenía ganas de ir y quería verte. Ayer me rateé, hoy falto, ¿qué le hace una mancha más al tigre? —alza los hombros.
— ¿Faltaste para venir a verme? —pregunto confundido terminando de tallarme los ojos.
— Sí. Además vos pensabas dormir toda la mañana y tenemos un trabajo de historia que hacer, así que...
— ¿Viniste para que hagamos el trabajo? —cuestiono dudando más que antes.
— Sí... —contesta ya con cansancio pero riendo—. Te traje facturas para desayunar... —sonríe mostrándome una bolsa—. ¿Me vas a dejar pasar o me quedo en la calle?
— ¿Te podes casar conmigo, por fa'?
— Jajajaj dale tarado, toma —dice dándome la bolsa y me corre a un lado para pasar finalmente.
Cierro la puerta después de que pasa y me volteo a verla, pero ya se adelantó en entrar a la casa dejando su mochila en el sillón e instalándose.
— ¿Desayunaste? —me pregunta.
— No, me acabo de despertar.
— Bueno, anda a ponerte una remera y lávate la cara, que yo pongo la pava y preparo algo para que desayunes —dice sonriendo y va directamente a la cocina.
Sin acatar la orden, la sigo a la cocina y la veo mientras pone la pava y prepara el mate. No puedo evitar verla y pensar "qué mujer".
— ¿Posta queres hacer el trabajo? —pregunto recostándome en el marco de la puerta y ella se gira a verme.
— Ajam... —contesta mientras arma el mate—. Además te mandaron un trabajo de Educación Física por lo que pasó, también te ayudo con ese...
— Tengo toda la semana para hacerlo —me quejo con un puchero.
— Esa frase tiene un "no lo voy a hacer" incriptado, y ya te digo que sí. Cuanto antes lo hagamos mejor, y si te ayudo es más rápido.
— Okey —digo con pocas ganas—. No me voy a quejar de tu compañía... Pero primero quiero desayunar.
— ¿No te vas a cambiar antes? —pregunta mirándome.
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No soy capaz de vivir sin vos
FanficM| "Arreglemos todo, no soy capaz de vivir sin vos" Malena regresa a su vieja casa en el barrio de La Boca, intentando dejar atrás un secreto de su pasado el cual hace que la culpabilidad la carcoma. En este regreso, el reencuentro con sus dos mejor...