Capitulo 63: Cuarentena

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Toda Europa anuncia cuarentena después que muchos de estos países colapsaran el sistema de salud pública, Krest, como director del hospital más importante de Atenas, poco descansaba y poco compartía con su hija y nietos. No muy lejos, Zaphiri se sentía mal al ver como llegaba demacrado su cubo, producto del agotamiento físico que el  hospital exigía.

Zaphiri: Luces hermoso bebé, tus arrugas van a caer como cortinas.

Krest: ¿Sabes que el de los chistes malos es Deuteros, no?

Zaphiri: No es un chiste Krest, son las 2 de la mañana, Sonia llora cada media hora porque no te ve y mira como llegas.

Krest: Lo se!! No puedo evitarlo bichito es mi responsabilidad como director.

Zaphiri: Director del hospital que tiene una hija de 7 meses y una vida, Krest tu tienes un horario, se que esto es grave, es una pandemia, es un riesgo mundial, pero piensa en que nosotros dos también te necesitamos en casa.

Krest: No te prometo nada está semana, pero cumpliré la que entra con mi horario ¿de acuerdo?

Zaphiri: No tengo de otra... Vamos a la cama cubito, te haré un masaje, luces terrible.

Kardia y Degel

Ambos acaramelados en la cama dándose besos y unas manos griegas muy juguetonas aprietan las nalgas del galo quien complaciente se deja hacer todo lo que el peliazul desea hasta que...

Un llanto de la habitación de Dylan suena a todo dar.

Kardia: ¡¡DYLAN!!

Degel: Ya tendremos otro momento de intimidad Kardia, iré por el bebé.

Más se suma otro llanto, el del más grande.

Kardia: No digas nada yo iré por Dante

En la misma casa pero más al fondo un par de hormonados entregados a la pasión y a sus más bajos deseos se suman, la pequeña manzanita de Milo y Camus muy pocas veces interrumpe a sus padres, suele pasar más tiempo dormido que despierto pero hoy tocaba un cambio.

El infante empieza a llorar mientras su padre perdido en el deseo se encuentra penetrando al Francés; Camus casi en automático deja a Milo con las ganas de seguir al escuchar el llanto del bebé.

Milo: Ay por favor Milán!! No sabes cuánto tiempo me tocó esperar para poder estar con tu mamá.

Al escuchar el tono alterado de Milo, el llanto del infante va en aumento ganando una mirada asesina de Camus.

Camus: Milo si tu padre se llega a enterar que estábamos teniendo sexo con Milán en la habitación te castra o algo peor, te deja sin amiguito

Milo: Si si ya a la chingada, voy acabar al baño, estos niños hoy dia...

El menor de los bichos acaba su sesión de sexo nocturno de una manera muy brusca cortesía de su bendición.

Camus: A ver mi amor, por qué lloras si hace media hora te di de comer y no hay que cambiarte.

Dos llantos más se suman en la casa y ya Camus entiende porque su manzanita llora, al abrir su boca vió unos nuevos dientes que brotan en las encías de Milán.

Milo: Al menos no fue el único que lloró y arruinó la diversión!!

Kardia: CALLADITO TE VES MÁS BONITO GUSANO!!!

Camus se va con el pequeño a la sala y ve a Degel con un tic nervioso, ambos niños llorando sin control con un Kardia de muy mal humor

Camus: ¿Sexo a medias?

Degel: No tan grave, apenas empezyabamos pero hoy se pusieron de acuerdo y lloraron los dos.

Camus: Que mal luces Kardia.

Degel: Dante lo mordió cuando fue a cargarlo...

Kardia: Le entró el instinto tiburón.

Milo: Mami dime qué tú quiereeee, aquí llegó tu tiburónnn.

Kardia: O te callas o te vas afuera a contagiarte de coronavirus gusano de arena

Milo: Soy tan venenoso que yo infecto al coronavirus.

Camus: Trae la leche del bebé idiota y deja tranquilo a tu hermano que tu quedaste más a medias que Kardia

Milo: Camus nuestra intimidad idiota!!

Degel: Como si no supiéramos cuando van a cojer

Padres Primerizos: segunda generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora