Capítulo 100: Te amo aunque jodas mucho parte I

638 59 11
                                    


Después de la noticia ambos se quedaron totalmente en silencio, Asmita comprende totalmente la situación en la que se encuentran los jóvenes y decide marcharse al consultorio de Deuteros.

Camus: Otro bebé... tengo otro bebé en mi vientre... por eso no tolero tu presencia.

Milo se debatia entre los nervios y el miedo de equivocarse, Camus con el embarazo de Milán tenía un apetito sexual inagotable, en cambio ahora tenía que medir sus palabras para no hacerlo enojar.

Milo: Cam... quizás fue un regalo de los Dioses o la vida misma no quiere que nos separemos porque verás amor... tú has sido mi primer todo y me atormenta la idea de verte con otra persona.

Camus: Milo yo... de habernos separado dedicaría mi vida entera a mi hijo, no se cómo afectó todo lo que vivió con el secuestro en su vida, y sobre tener otra pareja...  no me veo a futuro entregándole mi cuerpo a otro hombre que no seas tú, el padre de mis hijos... eres y serás siempre el amor de mi vida.

Milo: ¿Qué nos pasó Camus?

Camus: Somos dos niños cuidando a otro niño... no supimos cómo hacerlo y preferimos culparnos que aceptarlo.

Milo: Me negué a aceptar la ayuda de mis padres y mi hermano siempre fue mi apoyo por eso no me quería ir, pero... tengo que aceptar que me deben ayudar tanto en lo económico como en lo emocional.

Camus: No todo es el bebé... también en cómo te sientes a mi lado Milo, nuestro hijo es una obligación pero no es obligado que estemos juntos si no lo quieres.

Milo: Camus, tú crees que si no quisiera estar contigo me aguantaría todo esto, te amo pero jodes mucho últimamente... mira que tirar mi ropa a la calle, ni Degel cuando pelea con Kardia.

Camus: Yo no soy Degel Milo... Pero a veces no está en mi todo lo que te digo o hago, a veces es impulso.

Milo: Si ya lo sé, es por el embarazo pero Camus, tienes 3 semanas de gestación y conmigo llevas peleando meses...

Camus: Lo sé y déjame decirte que lo siento mucho Milo, no sabía cómo te hacían sentir mis problemas ni menos la situación en la que estábamos, pero todo va a mejorar, ahora depende de nosotros.

Milo: De acuerdo... vámonos a casa, seguro Asmita ya tiene otras consultas por atender.

Mientras, en el aeropuerto de Atenas llegaba una pareja un tanto rara pero feliz, y sobre todo enamorada con su hijo en brazos.

Káiser: Sé que le va gustar a los muchachos que vivamos juntos.

Shijima: ¿Seguro no habrá problema con Ilias ni Sísifo?

Káiser: Es mi casa y mi vida, mis hijos sólo tienen que aceptarlo, hablando de hijos... ¿Listo para conocer a tus hermanos mayores Lucas? Lucas?

El chiquillo estaba dormido entre los brazos de Shijima con lágrimas recientes.

Shijima: Lloró tanto por Cardinale y Lugonis que se quedó dormido apenas volamos amor mío.

El griego apenas lo vió triste los abrazó, el mas pequeño se acomodó y sus padres estaban dándose besos.

Káiser: Pronto volverá a verlos mi pequeña flor, por ahora recuperemos el tiempo perdido, seamos la familia que tu padre nos negó a ser, debí buscarte lo sé pero tenía miedo de que tu padre hiciera algo en tu contra y nunca supe que tenía otro hijo.

Shijima: Dejemos el pasado atrás León, y mi padre jamás se va acercar a mi y a mi hijo, solo mi padre Deuteros; mi hermanito Shaka se que tiene un matrimonio con tu hijo menor y lo conflictiva que ha sido por tu culpa... todo va cambiar de ahora en adelante Káiser, incluyendo tu pésimo humor.

Padres Primerizos: segunda generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora