Capítulo 107: Tormentas Eléctricas

468 49 13
                                    


Debido a las fuertes tormentas eléctricas, Krest y Zaphiri pasaron la noche en vela, ninguno poseía miedo alguno a los rayos pero la menor de los Antares es otra historia..

Krest: Sonia ya dejó de llover ¿Podemos dormir hija?

Sonia se escondía entre las sábanas de sus padres hasta los fuertes brazos del griego, dándole una respuesta negativa en el gesto de mover la cabeza.

Krest: Zaphiri, puedes hacer algo?, si quieres claro.

Zaphiri: Mmm.. ¿Si la bebé duerme con nosotros?

Krest: Ni lo sueñes, sólo se lo permití a Kardia porque era nuestro primer hijo y me pesó mucho, o se te olvidan las noches que no pudimos tener sexo porque un inquieto niño de la chingada le tenía miedo a las arañas o eso decía para no dormir solo.

Zaphiri: Hasta que tuvimos a Milo y aprendió a dormir en su habitación en compañía de su hermanito menor. Krest, por favor! la niña no sabe qué es lo que hacen sus padres en la cama.

Krest: Dormir Zaphiri, eso quiero, son las 3 de la mañana!!! o te vas a dormir con Sonia a su habitación o me voy a dormir a la sala y tú mejor que nadie sabes las consecuencias de que yo no duerma en la cama.

Zaphiri: Está bien ya!!! Sonia! no puedes dormir con papá, tienes que dormir en tu habitación o papá enano me va castigar.

Sonia miraba suplicante a su padre mientras del otro lado el enano tenía una cara de pocos amigos, tanto por el sueño como por los mimos del escorpión a la menor.

Sonia: Papi, me dan miedo los truenos, no quiero.

Krest: Ya dejó de llover malcriada, no puedes dormir con nosotros cariño, tu papá y yo necesitamos descansar para ir a trabajar.

Y reventó el globo, la pequeña bicha empezó a hacer el berrinche de su vida mientras Krest perdía la poca paciencia que le quedaba.

Krest: Haces algo o voy a darle sus nalgadas porque estoy harto de que este tan malcriada y es tu culpa!!! sé lo hermoso para ti que es tener una niña pero ni Milo ni Kardia me hicieron estos teatricos y suficiente los mimamos ¡¡ SILENCIO SONIA, A TU HABITACIÓN, AHORA!!!

La pelirosada estaba pequeña pero tenía el conocimiento suficiente de que si no hacía caso le iría peor, su papá doncel estaba muy alterado, con los ojitos llorosos salió corriendo a su habitación.

Zaphiri: ¿Tenias que gritarle a Sonia, Krest? ¿Era necesario?

Krest: ¿Tú te estás escuchando Zaphiri Lionet Antares Scarlet? Yo trabajo 19 horas, cada dos días yo necesito descansar y mi maravilloso esposo que por lo menos me haga el amor una vez en dos días que tengo libre pero no... me reclama porque estoy corrigiendo a mi hija que está demasiado mimada por mi querido y adorado esposo. Puedo ver claramente que estás enojado, allí tienes la puerta, puedes salir a consolar a tu princesa mientras yo me iré a dormir, buenas noches.

Zaphiri apenas salió de su habitación en busca de Sonia escuchó como Krest tiró la puerta y cerró con seguro. Se odiaba a si mismo porque en cada palabra del francesito tenía razón, más simplemente hizo oídos sordos, ya buscaría las maneras de contentar a su enano.

La pelirosada ya estaba envuelta en sus mantas bien rendida mientras su padre la veía desde la puerta, bien bipolar era la mocosa pensaba que estaría llorando más simplemente Krest la regañó se quedó dormida en su habitación; tenía que buscar las maneras de volver a su habitación pero dudo mucho de que Krest le abriría pero por intentarlo no perdía nada.

Apenas llegó la puerta no tenía seguro, Krest sería muy frío pero su enojo se iba tan rápido como llegaba cuando se trataba de su adorado escorpión.

Zaphiri: Amor... Mi cubito... Krest..

Krest: Duérmete ya Zaphiri, nos quedan 4 horas

Ya pudo notar que su pequeña bichita tenía la misma actitud de su cubo en cuanto a sus rabietas rápidas se trataba.

Unas calles más lejanas

Deuteros se encontraba abrazando a su flor de loto mientras dormían y Shaka estaba despierto dándole de comer a su hijo más pequeño.

Regulo: Mamá, comida, y abuelito Deuteros quiso jugar conmigo.

Shaka: Te daré un pan dulce amor, es muy tarde para que estés despierto.

Regulo: Mi papá dónde está, Hikari no quiere jugar conmigo mamá, abuelito Deuteros no sabe dinosaurio.

Shaka: Tu abuelito si sabe de dinosaurios hijo mío, pero tú no quieres jugar con él.

Regulo: Dormir mamá, tengo mucho sueño y mi papá no viene a dormir.

El pequeño discapacitado de Shaka se fue a la habitación del rubio mientras éste sólo suspiró, cada vez se le hacía más difícil retener al pequeño León y su estado no lo estaba ayudando.

Shaka: Aioria... no te imaginas cuánto te extraño, nuestro bebé se emociona cuando te escucha en la terapia, él sabe quién es su papá y de Regulo estarías muy orgulloso, ya es más abierto con algunas personas a pesar de su autismo... te extraño tanto mi adorado León pero esto es necesario para que valores todo lo que he hecho por ti y por nuestros hijos.

Asmita y Deuteros con todo el bullicio que hace su nieto se habían despertado y habían escuchado a Shaka suspirar por el griego.

Asmita: Tu idiota tiene muy buena evolución en las terapias familiares, pero me parece perfecto cómo estás pensando Shaka, estas aprendiendo a valorarte.

Deuteros: Ese idiota vuelve a tocarte un pelo y vas a llorarlo pero en el cementerio, te amo mucho mi hermoso lirio y tus retoños son mi vida, no sé como no he matado a Aioria al saber todo lo que te ha hecho, y no quiero justificación a sus actos Shaka, porque no las hay.

Shaka: Lo sé papá, no las tiene... es sólo que el amor nos hace idiotas y yo me casé con Aioria enamorado, le di hijos frutos del amor que sentimos pero todo cambio cuando su padre volvió a vivir con nosotros.

Asmita: Kaiser... ya sé que tu hermano está viviendo de nuevo con ese anciano.

Shaka: Supongo que sabes que además de mis hijos tienes un nieto de Shijima.

Asmita: Lo vi de lejos hace unos días... es como ver al idiota de Aioria pero con las hebras rojas de mi Shijima, no tengo duda alguna que tuvo un hijo con Kaiser y... es hermoso, tiene los ojos azules de Deuteros y cuando sonrie se le ve ese pequeño colmillo que también tiene mi hermoso demonio Deuteros, si tan sólo tu hermano Shijima me perdonara... estaría disfrutando de mi pequeño demonio pelirrojo Lucas.

Padres Primerizos: segunda generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora