Capítulo 76: Secretos descubiertos Parte 1

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Hace tiempo...

Shijima es el primer hijo de la familia Gemini Virgo, un hermoso pelirrojo capaz de sacarle suspiros a cualquiera que lo mire, más en su rostro hay una inmensa tristeza, ¿la razón? el amor.

Se enamoró de un hombre mucho mayor que él, incluso mayor que su padre, pero a esto no le tomaba importancia, lo amaba pero él se negaba a corresponderle por miedo al que dirá la gente.

Káiser es un militar activo con un temperamento fuerte, que con gran fuerza crió a dos leones mascota: Blondie y Goldie; un padre muy dedicado a la estricta crianza de sus hijos. Su esposa falleció dando a luz a su hijo menor y éste se encargó de ellos con mano dura.

Se encontraron en las calles de Atenas cuando Shijima sólo tenía 18 años y era estudiante universitario, en aquel entonces Káiser impartía clases de armamento militar y el menor se interesó quizás no en la clase pero si en un atractivo profesor, aunque el mayor tenía un cuerpo de infarto producto de su formación y su activa jornada diaria de ejercicios.

Káiser: Buenas tardes joven, ¿en qué puedo ayudarle? ¿le interesa el armamento militar?

Shijima: Ehh.. mucho gusto profesor, soy Shijima y su clase me parece interesante, ¿Me permite acompañarles?

Káiser: Es todo un honor que la nueva generación se interese en las jornadas militares que dictamos en la ciudad, pase adelante, ¿señor...?

Shijima: Soy Shijima, estudio electromedicina en la universidad de Atenas.

Káiser: No tiene rasgo de ser un local, parece Hindú ,¿Cierto?

Shijima: En efecto ¿señor...?

Káiser: General Leo, Soy Káiser Leo.

Shijima: Káiser... El doncel que me trajo a la vida es de la India pero mi padre si es griego.

Káiser: De acuerdo... pase, adelante jovencito, la clase empieza en 5 minutos, si tiene algunas preguntas no me importa responderlas después de la clase.

Káiser impartió la clase mientras aquel jovencito lo miraba perdido en sus ojos, se sintió al principio observado pero poco le importó, después de terminada la clase el indio se le acercó hasta su escritorio.

Shijima:  Señor Káiser sus clases son muy interesantes, me encantaría verlo de nuevo para que me siga explicando cómo es el desarme de los fusiles.

Káiser: Puedes ir a mi casa si deseas conocer más...

Shijima: Me encantaría!!! en especial si son más.. personales ¿Es casado?

Káiser: ... Soy viudo desde hace 11 años, mi esposa falleció trayendo al mundo a mi 4to hijo.

Shijima: Va casi con mi hermanito Shaka, anotéme su dirección e iré a verlo Señor Leo. gracias nuevamente por permitirme oír su clase.

Y así pasaba el tiempo... Káiser sentía de nueva cuenta lo que llegó a sentir con su esposa, ese algo llamado amor... Shijima desde la primera vez que lo vió cayó flechado por aquel hombre que le doblega la edad y como sus visitas eran casi a diario se fueron enamorando.

Káiser le robó un beso después de que por un tropiezo con los juguetes de Aioria se fue a sus brazos, Shijima enseguida le correspondió.

Shijima: Te amo Káiser, desde que te conocí puse mi atención en ti, eres maravilloso, todo lo que un niño como dices tú puede desear.

Káiser: Sabes que es mal visto que un hombre como yo este con un jovencito como tú pero... te amo Shijima, me fascinas, eres todo un sueño.

Volvieron a besarse, está vez con mucho deseo, Káiser sentía esas extrañas cosquillas por ese niño desde que fue a su casa por tercera vez y que casi lo visita a diario después de la universidad.

Padres Primerizos: segunda generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora