Llegue a casa, y enseguida me puse a buscar en internet a detectives privados y habían buenos candidatos, que cobraban muy bien y tenían buenas recomenciones.
Así me pase toda la tarde, pero nunca encontré a uno que me convenciera. Sin darme cuenta, la noche había llegado y me había dado algo de sueño. Asi que decidí ponerme la pijama, meterme en la cama. Hasta que por fin, encontré a alguien que cobraba a un buen precio, tenia muy buenos trabajos y lo mejor, estaba disponible para cuando yo necesitara. Apunte el numero telefónico para poder comenzar el trabajo lo mas pronto posible. Por ahora no lo llamaría, por que esta muy reciente la muerte, y no quería procuparme mas
Pero cada ves que recordaba a mi padre, me daban unas ganas enormes de llorar, pero no podía. Me verían como una persona débil y estúpida, que es sentimental, así que era mejor tragarme las lágrimas.
No era la mejor mañana en la que había despertado, noteis ojos un poco pesados, y nos párpados dolían. Me mire al espejo y note que estaban rojos. Estuve llorando toda la noche, sin darme cuenta.
Entre al baño y me lave la cara, baje a desayunar. Me di cuenta de que, entre mas tiempo pase desde la muerte de mi padre y mi venganza, mas me iba a doler y ya no podía soportarlo. Así que comencé a llorar. Las lágrimas me salían como arte de magia y sin aviso, no podía aguantar el dolor de la muerte, y uno de los "remedios" que tenia para sacar todo el dolor interno, era.... Cortandome.
