No hay mucha luz pero de todos modos, me despierto despejando mi vista con las manos. Sabiendo que comenzare mi día sola, trató de enfocarme en algún sonido de la casa para poder volver a la realidad. Nada.
Nada.
Me levanto mientras intentó mantener la cordura y no romperme a llorar como una niña débil.
Me dirijo a la cocina y abro una ventana para que el aire circule por la casa, ya que toda la noche, estuve completamente cerrada la casa.
No tengo nada de hambre, pero de todos modos me tomo un vaso de leche, por que en unos pocos minutos tengo que a salir a que me den la herencia de mi padre. Por lo menos no me quedare sin dinero, de todos modos, tendré que salir a buscar empleo.
Me dirijo al cuarto y elijo la ropa mas simple que encuentro.
Bajo y me dirijo a la puerta por que he escuchado que suena el timbre. Abro y veo que es un hombre de mediana edad, castaño y va con traje negro, muy elegante para ser un chofer.
-señorita¿ ________ Jarrel?- dice con mucha educación.
-si, así es.- contestó
-tengo entendido que la llevare con el abogado para ver unos asuntos del testamento de su padre. Soy Erik.- dice habiéndome paso hacia el elegante auto que esta estacionado en mi casa
No contesto, solamente asiento y comienzo a caminar, mientras Erik, amablemente cierra la puerta.
Mi chofer me habré labpuerta del auto y entro. En el camino erik trato de entablar alguna conversación conmigo, pero no lo logró. Si Erik es guapo, pero no mi tipo.
Cuando llegamos me habré la puerta y doy la gracias. Camino hasta la puerta del bufete se abogados para entra.
Comienzo a caminar por un pasillo que tiene muchos cuadros con títulos y reconocimientos, que se supone impresionarían a avarias personas, pero a mi no. Llego con la secretaria y me da el premiso para entrar con el abogado. Y cuando lo veo me llevo un gran sorpresa.