URIEL

Capitulo VIII

Alicia estaba contenta. Había programado con los ángeles que administraban la escuela para que la dejaran participar en las clases de vuelo a nivel principiante. Ambos ángeles habían mostrado simpatía y curiosidad por ella y le habían halagado su atuendo. Por su puesto Haydrien había sido un suceso porque donde quiera que fuera las ángeles lo miraban como un trozo ambulante de pastel de chocolate y caramelo. Su querido amigo estaba matador con su traje D&G y al parecer la atención de las féminas le daba una recarga a su corazón pisoteado.

Al regresar a la Fortaleza Esmeralda después de una larga y divertida caminata por los alrededores, Haydrien fue interceptado por dos ángeles que vestían ropas de combate negras y parecían recién salidos de una lucha infernal.

-Haydrien- ambos le dijeron al mismo tiempo y Alicia sonrió al ver que el saludo militar al parecer era universal. Se recordó que Haydrien le había comentado que él era parte del ejército celestial así que supuso que ellos también eran soldados o lo que sea que fueran.

-El supremo Miguel te convoca inmediatamente a los cielos bajos. Es de carácter urgente.- prosiguió soldado 1 mientras que soldado 2 la miraba de arriba a abajo descaradamente y le sonreía modelando los perfectos hoyuelos que adornaban sus mejillas.

Soldado 2 tenía un corte en una ceja y un labio partido pero no parecía molestarle pues estaba más ocupado tratando de impresionarla.

-Hola preciosura. No he tenido el placer de conocerte belleza. Tienes las alas más hermosas de todo el cielo y mi nube y yo estaremos encantados de tenerlas como huésped.- le dijo sugestivamente.

Alicia le dedicó la mirada que le daría a la más patética de las cucarachas.
-¿En serio Rambo? ¿Esa es tu línea para levantar mujeres? Déjame decirte que tendrías suerte si tan siquiera te dieran la hora. ¿Porque no te vas a revolcar o a matar algo Ken guerrillero?- la carcajada de Haydrien fue de lo más cómica al ver el rostro confundido del ángel que había sido rechazado.

Haydrien le dio unas cuantas palmadas de apoyo masculino.
-Roniel, esta belleza de plumas azules que acaba de destrozar tu ego masculino es Alicia. Alicia, este pobre ángel confundido es Roniel.-

Alicia casi se compadeció del ángel pero al ver que él recomponía su sonrisa socarrona ella también le dedicó la mejor de sus sonrisas.

-Mucho gusto.- le dijo.

-El placer es todo mío.- le contestó.

-¿Que parte de urgente no entendiste Haydrien?- esta vez fue soldado 1 quien se dirigió a Haydrien apurándolo. - Por cierto yo soy Félix. A tus órdenes.- se presentó cortésmente.

-Al fin alguien con modales.- susurró Alicia mientras saludaba a Félix. Al ángel le pareció graciosa la respuesta de Alicia pero no se dejó distraer de su misión.

-¿Cuál de ustedes dos gallinas emplumadas le dirá al Supremo Miguel que el retraso se debe a que estaban babeando por esta linda ángel?- les cuestionó Félix.

Haydrien se dirigió hacia Alicia.
-Me temo que cuando un Arcángel llama ni siquiera una lluvia de bolas de fuego podría detener que te presentaras. Siento mucho tener que dejarte sola Alicia pero debo acudir al llamado.- le explicó apesaradamente.

-Claro, claro. Ve a salvar al mundo de los malos Haydrien.- le despidió mientras lo abrazaba.-

-Yo también me dedico a exterminar a los malos.- agregó Roniel mientras abría los brazos esperando su abrazo.

Alicia sólo bufó. -Sigue deseando Rambo.-

Haydrien suprimió otra carcajada.
-Alicia trataré de que alguien venga hacerte compañía, mientras tanto por favor no te metas en problemas. Esmeralda cuidará bien de ti. Quédate en la fortaleza hasta que Rafael o yo regresemos. ¿Entendido?- le preguntó al ver que Alicia ponía los ojos en blanco.