Ritual

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Alguna vez has deseado algo con todas tus fuerzas? Algo por lo que te atreverías a poner tu vida en riesgo? Si es así estas en el sitio indicado.

Para jugar a La Sombra del Niño necesitarás

🔰una pelota

🔰papel

🔰lápiz

🔰y un teléfono.

Cuando el sol esté poniéndose tendrás que acercarte al parque más cercano que encuentres y una vez allí deja el balón encima del tobogán. Deberás esperar mínimo hasta medianoche, así que asegúrate de haber comido algo e ir descansado.

Una vez llegue la medianoche deberás evitar mirar en la dirección donde está el balón o él no aparecerá. Deberás fijar la vista en la parte del final del tobogán hasta que veas que el balón rueda hasta bajar por el tobogán. Sabrás que no ha sido el viento porque oirás que él se ríe.

En ese momento tendrás que taparte los ojos y contar hasta que él vuelva a reír. Si has contado hasta cien y aún no lo escuchas vete, él no quiere jugar hoy. Normalmente a los diez segundos oirás la risa. Abre los ojos. Aparecerás delante de la entrada del parque, y delante de ti habrá un bosque que no estaba antes, no te asustes y sigue adelante.

Al rato de caminar deberás haberte encontrado balones por el camino. Ignóralos hasta que no encuentres el tuyo. Cuando estés seguro de que el balón que hay en el suelo es tuyo, cógelo. Debajo tendrá un número que deberás apuntar en tu papel. Si en algún momento de la prueba oyes un llanto, corre hacia la salida. Le has hecho llorar y si te encuentra no tendrá piedad contigo. Si consigues reunir tantos números como los que contaste al principio del juego felicidades, has avanzado una gran parte. Ahora viene lo difícil.

Él comenzará a contar cuando apuntes el último número en tu papel, y contará hasta tu número, en ese momento saca tu teléfono y marca todos los dígitos antes de que él acabe de contar, si no, reza porque te deje vagar por el bosque toda la eternidad. Si lo has hecho bien oirás una voz de un niño al otro lado del teléfono preguntándote por tu deseo. Ahora es el momento en el que podrás pedir lo que sea que más quieras, pero él, a cambio se llevará un hijo tuyo para que juegue con él, y si no tienes, tu fertilidad. Cuando acabes de pedir tu deseo vuelve a taparte los ojos y cuenta hasta diez.

Volverás a aparecer en el sitio donde empezaste a jugar, sin el balón. Él también se lo queda. Te recomendaría no volver a ir a ese parque jamás, él te conoce y a veces quiere jugar aunque tu no lo desees. Al día siguiente encontrarás que lo que pediste ya esta en tu posesión.

Espero que tus hijos valgan lo que tus deseos…..

Narradora

Una vez Jimin término de leer el ritual se sorprendió no le parecía muy complejo a decir verdad era sencillo y podría tener un deseo a cambio.

Su padre podría salvarse si hacia las cosas bien.

Con una sonrisa buscó lo necesario , con una idea en la cabeza tomó su balón escribiendo las letras Pj de esa manera podría reconocerlo entre los demás.

Con una batería portátil y lo demás  que sería necesario se sentó en su cama buscando un parque con la ayuda del GPS.

Una vez encontro uno pidió un taxi para llegar cuanto antes sabía que debía ser un parque cercano pero curiosamente no había ningúno solo uno a 15 minutos de su hogar, con nervios y emoción miro la hora en su celular dándose cuenta que eran las 11:40 de la noche.

Al llegar al parque bajo rápido del taxi y corrió hasta el tobogán poniendo su balón tal y como el ritual lo pedía.

El taxista miro dudoso el lugar pero sin preguntar nada se marchó con algo de dudas.

El lugar era iluminado por la debil luz de una farola a esas horas estaba completamente oscuro y solitario todo el clima era calido por suerte.

Jimin se sento dándole la espalda al tobogán justo cuando las 12:00 marcaron su reloj, con nervios contó 1,2,3,4,5,6 antes de llegar al 7 el balón rodo bajando del tobogán cayendo justo a la par de Jimin.

Cuando estaba por mirar hacia atrás la risa aguda de un niño resonó en sus oídos haciendo que su corazón se saltara un latido , sus manos cubrieron sus ojos esperando otro movimiento de aquel niño, unos cortos segundos después de contar la risa volvió a inundar el lugar .

Abriendo sus ojos miro que estaba nuevamente en la entrada del parque pero el parque estaba en medio del bosque con los Juegos ahora inexistentes solo había un largo camino de tierra y césped el cual Jimin no dudó en recorrer con suma delicadeza mirando un rastro de balones tal y como leyó en Internet .

Pasado un rato miro un balón con las conocidas letras PJ en el y justo en ese momento dejó de caminar para tomarlo en sus manos y girarlo un poco mirando unos números en el y de prisa tomó su papel apuntando cada uno de los dígitos y contando la misma cantidad del inicio .

Sonriendo apuntó el número final escuchando un susurro 1,2,3,4 ...con rapidez saco su celular marcando todos los números antes de que la pequeña voz dejara de contar .

Con un suspiro de alivio tomó el celular poniendo lo en su oído escuchando una voz dulce y calida.

(Susurro: dime cual es tu deseo)

Jm: mi padre esta enfermo por favor has que se cure completamente quiero que su salud mejore.

(Susurro: entiendo ve a casa tu padre estará bien por la mañana)

Tras escuchar eso murmuro un débil gracias para posteriormente cubrir sus ojos y contar nuevamente hasta los números iniciales al abrir sus ojos estaba de nuevo en el parque a salvó.

Jm: de verdad funcionó?

Después de ello pidió nuevamente un taxi el cual tardo un poco en llegar, a sus espaldas sentía una mirada potente he intimidante pero no quería voltear y averiguar qué era lo que lo acechaba.

Al subir al taxi miro a un joven entre la oscuridad moviendo su mano de un lado a otro a modo de despedida después simplemente desaparecio entre los árboles sosteniendo su viejo balón.

Esa noche sintió como alguien lo observaba desde su cama con mirada íntimamente justo como en el parque pero prefierio no darle mayor importancia.









Hola espero que les vaya gustando estoy tratando de hacer un trabajo apropiado🎡🎠

la sombra del niñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora