Serendipia [Sólo Tú] || Tomione || (Editando)

Capítulo 5

Navidad

HERMIONE

(...) no podré acompañarte en navidad, por lo que le pedí a Tom que te dejara esto después de noche buena. Espero lo cumpla y puedas leer esto.

Elegí tu obsequio, acorde a lo que veo en ti: pureza y dulzura, y no sabes cuánto me ilusiona pensar en tu rostro al abrirlo y mucho más el pensar que te guste.

Te veo en un par de semanas, Mione.

Con amor:

Abraxas Malfoy

Desenvolví los paquetes que Tom me había entregado esta mañana, encontrando en uno de ellos la nota dejada por Abraxas, acompañada de un brazalete de metal con pequeñas esmeraldas incrustadas a modo de ojos, con forma de serpiente. Lo probé en mi brazo y satisfecha lo deje a un lado junto con el libro que me había regalado Walburga, para pasar mis manos al tercer y último paquete.

- Veo que te gustó el regalo de Abraxas- mencionó Tom, también abriendo el que le había dado

- Es muy bonito,- dije con simpleza- ¿te gustó mi regalo?

Y, sí, así es, yo Hermione Granger, le había dado un regalo navideño al mismísimo Lord Voldemord. Esta mañana al despertar, fue bastante cómico tener que entregar los presentes que nos habían dejado, sobre todo cuando pensando en darle una sorpresa al otro habíamos salido al mismo tiempo en la madrugada.

Por eso ahora, con un poco de sueño y hambre que podían esperar, abríamos nuestros regalos en la fría sala común de Slytherin, que me hacía echar de menos a la chimenea de Gryffindor.

- Aún no lo he abierto, Mione, ¿tú ya abriste el mío?- pregunto Tom, curioso con un deje de nerviosismo mal disiulado y una sonrisa que aún después de nuestro acercamiento y casi amistad en estas dos semanas; pocas veces me regalaba.

- Eso hago

Para: Hermione Urquard

De: Tom Riddle

La inscripción, rezaba.

Abrí el paquete, encontrando un colgante dorado acompañado de un delicado dije en forma de rosa.

- Es muy hermoso, no debiste molestarte, Tom – murmure con un ligero cosquilleo en los ojos

- Me alegra que te guste- contestó sonriente- pero, ¿por qué parece que en cualquier momento llorarás?

- El dije, me recuerda a uno que mis padres me regalaron en mi cumpleaños cuando era pequeña. En aquel entonces era mi más grande tesoro, pero como crecí, deje de usarlo y ahora que mis padres no están, me duele ver cosas que me lo recuerden- mi sonrisa se tornó en una melancólica

- Lamento que tus padre murieran en la guerra, no debí darte ese colgante, si quieres podemos cambiarlo...

- No, Tom, es perfecto. Este colgante simboliza mucho para mí. Yo...- no supe como demostrar una emoción con palabras, por lo que de mi boca solamente salió un- Gracias.

- No hay de que- dijo él, tomando en manos un diario.

Lo sé, ¿en qué pensaba yo al darle similar diario, al que Harry encontró en segundo año, a Tom Riddle?, francamente, no quiero saberlo, solo sé que después de una tarde con Walburga, de la que por cierto no recordaba mucho, mi regalo simplemente estaba envuelto.

De manera optimista un pensamiento llegó a mí: "Ya debe tener uno, no creo que sea culpa mía el origen del diario de Tom Riddle ¿no? Y me permití sonreír al escuchar un entusiasta "gracias, Mione", pero deje la alegría al escuchar un "es el primero que tengo", y la reemplace por culpabilidad.

¿Alguien podría cuestionar que horas después haya decidido ahogar mi culpa con tres tazas de chocolate caliente y más de una docena de donas, en el café de Madame Pupié?

No lo creo.