12 | El recorrido de una amante (2/2)

3K 326 176
                                    

Habían flores por todos lados, blancas por supuesto. Manteles limpios y fuentes de soda, frutas y chocolate. Era incluso una maravilla para mí. Todo el suelo era verdadero musgo fresco, y el aire tan puro. Podía sentir la nerviosidad y al mismo tiempo la emoción en todas estas personas, puedo sentirlo porque lo viví también.

Claramente no estaba Jennie por ningún lado. No había ninguna persona que conociera hasta que vi a Jed, charlando con varios hombres de su edad, vestía de saco y corbata, todo en un blanco níveo. Su ramillete era hecho de flores azalea y su cabello muy bien peinado hasta atrás. Me resguardé por detrás de una columna antes de que pudiera conectar miradas conmigo, sentí a mi corazón salirse en ese instante. No permitiré que me vea o vuelva a hablarme, al menos ya no en este momento.

Volví a caminar por todo el espacio, apartándome de Jed lo más que pudiera e intentando buscar a alguien que conociera tanto mis intenciones como yo misma... por supuesto eran las amigas de Jennie, pero no estaban alrededor. Me di vuelta usando mis talones, y la mujer en frente de mí provocó que pusiera mis ojos como platos, teniendo el corazón en la garganta.

La madre de Jennie me miraba con atención.

—No creí que de verdad vendrías.

Su voz suena firme, seguro esta mujer me odia con todas sus entrañas.

—Y-yo... —bulbuceé —... señora Kim.

Arrugó su entrecejo para luego estirarlo nuevamente, pareciendo pacífica. Eso me da un respiro cargado de alivio.

—Un gusto volverte a ver, Lisa. Te ves muy bien.

Fue posiblemente el momento más tenso para mí. Mis manos sudaban frío, creyendo que diría algo que me lastimara tanto como para querer marcharme —para tener más ganas de marcharme—, pero no dijo absolutamente nada en ese instante. No dijo nada, incluso, que ver con la boda. Norma detallaba mi vestido, y luego delineó una sonrisa en su cara que me dejó en estado de confusión. Abrió su boca para agregar algo más:

—¿Qué tal te ha ido?

¿Cómo contesto? No hay palabras realmente adecuadas para eso. Simplemente no existen.

—Señora Kim, he estado bien. Gracias por preocuparse.

—Supongo que después de todo sigues atenta a Jennie, ¿no es así? —sonríe. —Me alegro que las cosas entre ustedes hayan terminado bien.

Pero, ¿qué está diciendo? ¿Qué le habrá dicho Jennie al respecto? No sé a qué se refiere cuando dice que las cosas hayan terminado bien. Tengo mi boca entreabierta, buscando quizá palabras que agradecieran ante las oraciones de la señora Kim, pero la mayor parte de mí solo está en silencio, queriendo buscar una respuesta contundente.

Jennie. Jennie. ¿Qué has dicho? ¿De verdad estamos bien? ¿De verdad terminamos bien?

—Yo agradezco q-que usted siga siendo a-amigable conmigo, señora Kim.

— Lisa... no puedo tenerte odio ni rencor, Jennie me mataría.

Ella ríe, y yo la imito poco tiempo después. Posiblemente eso alegró mi corazón por varios segundos, pero no lo suficiente como cuando Nayeon y Rosé gritaron por mi espalda, haciéndome voltear casi enseguida.

Sentí como mis manos fueron cogidas nuevamente por la madre de Jennie.

— Creo que debería irme —dice, —la novia vendrá pronto.

La novia. La novia. La novia. ¿Por qué esa palabra es tan resonante dentro de mi cabeza? Como si mil cohetes de fechas patrias destronaran una y otra vez sin parar. Eso quería decir que, ¿Jennie estaría aquí pronto? ¿Ya? Necesito verla, necesito saber con urgencia dónde está. Puedo asegurar que todo este espacio tiene vestíbulos, y que Jennie se encuentra en uno de ellos...

Dear Lover 2: El Reencuentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora