CAPÍTULO 16

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Al asomarnos por el agujero de la puerta, para ver lo que sucedía al interior del cuarto de baño, la escena que se alzaba delante de nosotros era lo más irreal que había visto en toda mi vida.

Lo que parecía ser un hombre, salía del espejo, el torso, que era lo que se le alcanzaba a ver, era grueso y lucía unas prendas extrañas, su brazo estirado hacía presión sobre su víctima. Nana era sujetada del cuello por la mano de ese extraño ser y la levantaba del suelo, la estaba ahorcando, ella intentaba luchar con todas sus fuerzas, pero éstas la estaban abandonando. El rostro del sujeto era de satisfacción, su sonrisa muy bien marcada, dejaba ver unos enormes colmillos blancos, su nariz aguileña se arrugaba entre los ojos, esos ojos, eran de un rojo vivo y con un brillo aterrador y de sus sienes salían unos enormes cuernos negros como el ébano. 

Me quedé pasmado viendo a ese ser, era como si estuviera en un sueño, mi voz estaba atorada en mi garganta, mi cerebro no procesaba la escena, era demasiado irreal. De repente un grito desgarrador me volvió a la realidad.

—¡NANA! —fui empujado a un lado por Mizuki, mientras ésta atravesaba el agujero de la puerta y corría a auxiliar a su amiga. Fue ahí cuando entendí que era real lo que veían mis ojos y que tenía que actuar. 

—¡Mizuki espera! —grité para intentar detenerla mientras pretendía atravesar por el mismo agujero, pero no podía, mi cuerpo comparado con el de Mizuki era muy grande, uno de los cristales que aún permanecía ligado a la puerta se clavó en mi brazo haciendo un profundo corte, lo que me hizo detenerme— ¡Maldición! —exclamé desesperado, pues Mizuki se dirigía al demonio llevando en una de sus manos, la cual chorreaba sangre, uno de los trozos de vidrio de la puerta. Veía en cámara lenta, como ella se aproximaba al ser, yo intentaba con todas mis fuerzas retirar el cerrojo de la puerta para abrirla desde adentro y poder entrar al baño, pero el maldito estaba atorado. En ese momento ví como ella le clavaba el cristal en el enorme brazo a lo que el demonio la observó con furia y exclamó. 

—¡Largo, me estorbas! —esas palabras resonaron como el metal chocando contra el suelo, mientras la chica volaba por los aires, creí que chocaría contra la pared, pero la mujer con cabellos de fuego retuvo el impacto. 

Fue ahí cuando el cerrojo cedió y pude ingresar al baño, me aproximé sin pensarlo a donde estaba Nana, no revise a Mizuki, pues algo me decía que en los brazos de esa mujer estaba bien.

Así que tomé impulso, y reuniendo toda mi fuerza en mi codo derecho, el cual empujado por mi brazo izquierdo fue descargado en la parte interna del codo del demonio. El impacto fue certero, el brazo de este cedió, de inmediato soltó a la chica, la cual cayó al suelo, me aproximé rápidamente hacia ella para ver cómo se encontraba.

—¡MALDITO! —exclamó el demonio, dirigió su vista cargada de ira hacía mi, disponiéndose a devolverme el golpe, el resto de su cuerpo comenzó a salir del espejo,  eso ojos me helaban la sangre, pero ya no había marcha atrás, tenía que protegerla, no podía dejar que esa cosa la matara. Cuando el demonio iba a arremeter contra mí, me coloqué delante de Nana cubriendola con mi cuerpo, cerré los ojos con fuerza y crucé los brazos delante de mi cabeza, dispuesto a recibir el golpe, pero este nunca llegó.

Despacio retire mis brazos, abrí los ojos y alcé mi vista, el demonio estaba desapareciendo tras el espejo, en cuestión de segundos quedó como un espejo corriente. 

Mi corazón latía con violencia, sentía como si se fuera a salir, estaba intentando asimilar todo eso, no podía, mi cerebro no lo podía procesar. No sé con exactitud cuánto tiempo pasó desde que el demonio había desaparecido, una tosecita detrás de mí llamó mi atención, era Nana que había vuelto en sí, me gire para verla, retire el cabello que le cubría la cara, su ojos que entre abría lentamente se enfocan en mí, acaricié su rostro, el cual estaba helado.

AFUERA DEL CAMINO [Fic de the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora