CAPÍTULO 11

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Atravesé el umbral,  la vieja se encontraba detrás de una vitrina. El lugar era como una pequeña tienda de víveres, la cual estaba igual de desordenada a las casas que habíamos visto antes, aparte de eso polvorienta, todo indicaba que nadie había habitado ni frecuentado ese lugar en años, pero ¿y la anciana? 

Allí estaba, observando mis movimientos.

—¿Qué es esto? No podías entrar a un lugar mejor —me reclamaba Ruki, quien junto con Aoi me habían seguido.

—Ruki tiene razón, ni siquiera hay comida fresca, todo caduco hace años. ¿por qué entraste aquí?

Ni siquiera yo lo sabía con exactitud, quería respuestas, pero no sabía si esa anciana me las proporcionaría; mis opciones eran escasas, un fantasma, una chica que amenaza con matarnos y ahora esta anciana, pero opte por esta última, aunque de confiable no tenía nada, quería intentar o al menos escuchar lo que tiene que decir. 

—Disculpe —atiné a decir, pero antes que pudiera continuar ella me interrumpió.

—Aún hay tiempo, beban esto, no coman nada de lo que él les ofrezca y salgan antes del anochecer, hay 17 en total, lo suficiente para que todos puedan escapar —decía mientras señalaba una pequeña caja, con 17 pequeños tubos de cristal, los cuales tenían una sustancia amarilla cristalina, a simple vista parecían meados.

—¿Qué es esto? —preguntó Aoi tomando uno de los tubos, al momento de levantarlo, se veía que la sustancia era aceitosa, lo que me llevó a confirmar que no eran meados.

—Es lo que evitará que él consuma su alma —respondió la anciana.

—¿Alma? ¿Quién es él? No entiendo  nada, ¿A qué se refiere? —preguntó Ruki ya fastidiado de toda la situación.

—Él, un demonio, consumirá su alma, hay que salir de allí, antes del anochecer, las 1000 almas están en posición, faltan pocas para que recupere sus poderes, cuando lo logre nadie podrá detenerlo, todos morirán, el mundo se consumirá en oscuridad absoluta, su reinado no tendrá fin… —la anciana escupía esas palabras sin detenerse, las siguientes eran inaudibles, se oía solo un murmullo, decidí preguntarle.

—Señora, ¿está bien? — Pero al poner mi mano sobre su hombro un fuerte grito salió de su boca, haciéndome entrar en un shock, donde una serie de imágenes comenzaron a desfilar por mi frente. Podía ver como una sombra consumía todo a su alrededor, las personas corrían, por todas partes, el escenario era este pueblo, de repente una extraña sensación de angustia, dolor, frustración, miedo, todas a la vez se apoderaron de mí, fue cuando vi unos horribles ojos rojos, despedí un grito que desgarró mi garganta y caí al suelo soltando a la anciana. 

—¡¿Uruha?! ¿Estás bien? — Ruki y Aoi estaban a mi lado. Los volví a mirar y vi nuevamente esas caras de preocupación que me hacían sentir culpable, la verdad no me gustaba hacer preocupar a los demás.

— Sí —respondí con tono culpable, mi corazón estaba agitado y sentía como el sudor corría por mi frente, todavía el rastro de ese montón de sensaciones estaban en mí. Subí mi mirada para encontrarme con la anciana, pero ésta había desaparecido dejando la pequeña caja en la vitrina, me levanté con ayuda de mis amigos, que aún se encontraban con la interrogación dibujada en sus caras. 

Sin decir una palabra tome la caja y salí de ese lugar, ahora más dudas corrían por mi cabeza, pero más que dudas eran al mismo tiempo temores, sí, tenía miedo de lo que llegase a pasar, ¿qué era esa sombra? ¿Por qué daba tanto temor? ¿íbamos a morir como lo dijo la anciana y la chica del cabello castaño? ¿Qué sucedió con la del cabello de fuego? con estas y más preguntas en mi cabeza avance hacia la calle, como si me dirigiera hacia ese bosque, oía las voces de mis amigos tras de mí, preguntándome acerca de mi estado y hacia dónde iba. No respondía nada, más bien los ignoraba, porque ni yo mismo sabía en qué estado estaba, no podía decir que bien porque no era así, tampoco mal porque no era una sensación de malestar, más bien era de confusión.

Confusión que se detuvo cuando la ví, ahí, entre el bosque, medio oculta por uno de los árboles, ella, esa mujer del cabello de fuego, ella es la que resolverá todas estas dudas. Sin pensarlo dos veces eché a correr hacia ella, en dirección al espeso bosque, veía como se comenzaba a alejar adentrándose más y más, me había olvidado por completo de Ruki y Aoi, volví la vista para saber si habían venido tras de mí y allí estaban, unos cuantos metros atrás, gritando que los esperara, al verlos tras de mi me tranquilicé y seguí corriendo tras la mujer.

— ¡Oye! —grité, sin embargo la mujer siguió su camino tan aprisa, como si volara por entre los árboles, hasta que desapareció al momento de llegar a un enorme claro, todo el rastro de ella había desaparecido, no había señal alguna de por dónde pudo haber ido, observaba con agitación a mi alrededor, nada había, absolutamente nada, solo más y más árboles se extendían a lo largo y ancho del claro. 

Mi pecho se hinchaba reclamando el aire que había perdido tras la carrera.

—Hasta... que... por fin te... detuviste —decía Aoi ahogado por la misma situación, la carrera tras de mí, intentando recuperar el aire que perdió, apoyo sus manos en su cintura y echó su tronco hacia atrás. 

—Está... me... la... pagas —reclamo Ruki que al igual que Aoi intentaba recuperar todo el oxígeno perdido, apoyó sus manos en sus rodillas, una vez su pecho bajó el ritmo de contracciones, se tendió en el pasto—. ¿Qué demonios te está pasando Uruha? Primero ingresas a esa extraña tienda, entras como en un shock tras hablar con esa anciana, después sales a correr como loco sin decir una palabra y ahora estamos aquí en medio de este bosque. Supongo que sabrás cómo regresar, porque si nos perdemos será tu culpa, ¿me oíste? Tu culpa —reafirmó sus últimas palabras. 

—Lo siento Ruki, Aoi, pero no sé qué pasa, creo que hay que confiar en lo que nos han dicho hasta ahora, creí que esa chica fantasma podría darnos respuestas, ya que la anciana solo hizo confundirme más, debemos irnos, sé que suena loco pero algo en este lugar no está bien, tengo un mal presentimiento de que…

—¡Pero qué diablos dices¡ ¡Por favor Uruha te estás escuchando! —exclamó Ruki poniéndose de pie, sus palabras llevaban molestia y desconcierto—. ¡No me digas que las locuras de esas dos mujeres se te pego! ¡Sí, hay algo mal y ese eres tú! ¡Tú que estás creyendo todos estos disparates! ¡Mas bien dime que sabes como volver! ¡Por qué…
—¡No! —lo interrumpi, también alterado—. ¡No, no sé como volver! 

—¡Genial! 

—¡Ruki!, créeme, sé que es extraño pero desde que salimos del estudio hacia acá siento que algo malo va a pasar, no me preguntes cómo o por qué, simplemente lo siento aquí —dije lo último señalando mi pecho—. Todo lo que ha pasado hasta el momento me ha confirmado que no vamos a estar bien hasta…

—¡¿Qué ha pasado?! ¿cuáles son esas cosas que has confirmado?

—Primero el derrumbe que nos trajo aquí, después esa chica del cabello de fuego en el camino bajo la lluvia, la llegada al hotel, nuevamente esa chica en el baño con Aoi, después en mi sueño…
—¿Qué? ¿Tú ya la habías visto y no dijiste nada? —pregunto Aoi un poco desilusionado, como si le hubiera ocultado un secreto de estado.

—Lo siento pensé que no me creerían. 

—Uruha eres mi amigo quiero creerte pero todo esto está tan descabellado que no sé qué decir, se sale de toda lógica —contesto Ruki ya calmado, pero con la duda marcada en su rostro. 

—Ruki, por fa…

—¡Chicos!… Esta conversación va tener que esperar, tenemos compañía —me interrumpió Aoi, con un tono de perturbación y algo de miedo, Ruki y yo volvimos la mirada hacia el punto donde él tenía clavada la suya. 

Lo que había allí delante, sí que se salía de toda lógica humana.



Nota:
Hola mis hermosos lectores, sé que los tenía olvidados, pero estaba produciendo este capítulo, fue algo difícil de escribir, también me salió largo, pero creo que logré mi objetivo, bueno eso espero. XD Les adelanto que la cosa ya va entrar en su clímax así que esperen que ya viene lo bueno. XD
Por ahora disfruten de la lectura, no olviden comentar y pues darme una estrellita.
Les mando un abrazo gigante y nos leemos en el próximo cap.  :*
\(^o^)/

Atte.
AnArTeEz :3

AFUERA DEL CAMINO [Fic de the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora