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Se sentía enfermo.
Las ganas de vomitar en él iban creciendo a medida que continuaba viendo aquella montaña, de rodillas en el suelo, el sonido de su acelerado corazón se sentía como una agonizante sonata en sus oídos.
—¿Qué pasa Tae? No puedes desmayarte ahora, ya casi llegamos. —le gruñó Jimin, tratando de colocarlo de nuevo en pie e instándole a que continuaran bajando.
Trató de explicarse, pero la sorpresa de encontrarse de frente con una de sus pinturas le había quitado el habla, por lo que soltó las palabras de forma atropellada. —La pintura...
Yoongi le miró extrañado, sin comprender que decía. —¿Cuál pintura? ¿De qué hablas?
Los ojos atónitos de Taehyung, de un verde más oscuro que lo habitual y los cuales no se habían despegado de la montaña, miraron a su hermano mayor con algo de angustia. —La pintura... Yoongi, yo pinté esa montaña hace algunos días ¿recuerdas?
La urgencia en el tono de voz de Taehyung le hizo fruncir más el ceño, mirando nuevamente a la montaña detrás suyo con fijeza, cuando sus ojos se abrieron con sorpresa ante el recuerdo que surgió en su mente de su hermano enseñándoles la pintura de esa montaña luego de su almuerzo días atrás.
—Tienes razón... esa montaña es... —el rostro de Jimin estaba inundado con asombro, sin poder creerse lo que estaba viendo, mareándose ligeramente, aunque no supo si era por la cantidad de horas sin alimento, el cansancio o la sorpresa de encontrarse con eso. Miró a su rubio hermano, buscando una respuesta en él. —-¿Crees que...? —dejó la pregunta incompleta, pero los tres sabían qué había querido decir el chico de cabellos cobrizos.
El rubio no contestó, su mirada permanecía en aquel edificio al pie de la montaña. Llevó una de sus manos hacía su arco, asegurándose de tenerlo bien posicionado por si debía usarlo de forma rápida, antes de contestar. —No lo sé, pero solo hay una forma de averiguarlo. —dijo, mirándolos luego con sus ojos grises oscurecidos por la emoción.
Taehyung y Jimin compartieron una mirada, verificando luego de que sus cuchillos en ambos lados de su cuerpo estuviesen aun ahí, no era por ser desconfiados, pero si las personas que Taehyung había pintado dentro de ese templo estaban ahí cuando llegaran, era mejor estar prevenidos, por más que su hombre misterioso estuviese con ellos.
Ellos eran intrusos, en esas tierras, no las personas que pudieran estar en ese templo, tenían motivos suficientes para atacarles.
Tras el sonoro suspiro de Yoongi, los tres descendieron por la última colina, el corazón lo sentían en la garganta por el temor que les daba llegar hasta ese templo teniendo en cuenta lo que habían descubierto.
Taehyung se sentía inquieto, recordando todas las pinturas que había hecho en base a sus alucinaciones, ¿serian igual que esta? ¿pertenecerían a esas tierras desconocidas para él? No lo sabía, esa nueva incógnita lo rodeaba, cohibiéndolo de sobremanera porque de ser lugares reales, él quería conocerlos, y saber porque los podía ver.
El valle al que habían llegado era medianamente menos desigual que el prado que habían pasado, el césped estaba mucho más corto y de un verde más brillante, con flores de colores esparcidas por la tierra en pequeños grupos. Pero lo que más impactaba por encima del valle y el templo era el enorme montículo de tierra, sin color frente a ellos, verla así tan grande le había dado algo de terror y respeto a los tres jóvenes que se dirigían con paso precavido, pero rápido hacía ese templo, que a medida que se acercaban descubrieron era un palacio, enorme.
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Una Corte de Sombras y Luz [KookV/ACOTAR ADAP] ©
FanfictionHan pasado otros quinientos años desde la última guerra con el rey de Hyberno, las cortes de Prythian han retomado la paz nuevamente siguiendo con el curso normal de los días, y con el muro abajo nuevas alianzas se crean. Al mismo tiempo, en un cont...