𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 10∙

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Luego de que Jimin se recuperó de su malestar por el viaje, Jungkook los escoltó hacía unas nuevas habitaciones que estaban en otro pasillo más abajo.

Por el camino él les fue hablando, diciendo que no tenían nada que temer por si deseaban pasearse en los pasillos o hacer otra cosa, ya que tenían toda la libertad de hacerlo con la seguridad de que no les pasaría nada ya que Velaris era una ciudad bastante protegida, gracias a sus padres.

También les informó que se encontraban, en lo que mayormente se conocía, como La Casa de Viento, un palacio ubicado en el interior de una de las montañas del lugar, construido a base de piedra natural y lunar, por eso los colores tan brillantes y claros del sitio. Colores que eran muy bien combinados con otros y producían una agradable decoración, pensó Taehyung apreciando el lugar a medida que se acercaban a lo que serían sus dormitorios.

—Ahora, si desean explorar la ciudad, yo les recomendaría que buscaran preferiblemente a Hoseok o Namjoon, ya que lo ideal y menos agotador para visitarla es ir volando. —les dijo Jungkook, con una ligera sonrisa divertida ante sus expresiones sorprendidas.

—¿Volando? ¿Te refieres a usar esas... cosas? —preguntó Jimin mirando con algo de recelo las alas de Namjoon y Hoseok, quienes las agitaron un poco en respuesta, asustándolo. —Prefiero caminar, gracias.

Namjoon se encogió de hombros con una sonrisa divertida. —Como gustes, si prefieres caminar más de diez kilómetros de distancia, es tu problema.

—Eso, sin contar los insufribles e interminables escalones que conectan la ciudad con La Casa de Viento. —agregó Hoseok con otra sonrisa divertida. Taehyung sin poder evitarlo, sonrió de igual forma al ver el rostro pálido de su hermano, a él ciertamente se le hacía atractiva la idea de poder volar, así sea con ayuda de alguien.

—Parece divertido, pero no me agrada el hecho de que alguien me cargue. —respondió Yoongi, haciendo una mueca al imaginarse con alguno de ellos sujetándolo para evitar que cayera mientras volaba.

—Puedes usar las escaleras, en todo caso. —le guiñó un ojo de forma juguetona Hoseok, ganándose una mueca de disgusto de parte del rubio.

—Si son tantas como dices, creo que preferiría tirarme por algún balcón y ver si aterrizo con vida. —contraatacó haciendo reír a Namjoon con fuerza. El rubio se encogió de hombros también, sopesando la idea. —Practico, pero arriesgado. Me gusta.

—¿No pueden simplemente... hacer lo que hicieron hace rato? ¿Movernos de aquí hacía la ciudad, en dado caso? —preguntó Jimin, mirando a Jungkook con algo de esperanza.

Él lo miró ligeramente sorprendido por la sugerencia, teniendo en cuenta lo mal que le sentaba la tamización. —Seria efectivo, sí, pero no se puede. La Casa de Viento está protegida para que nadie se tamice ni hacía afuera ni adentro sin permiso, sólo mis padres pueden tamizarse. —explicó con una mueca, y por la forma de sus palabras, les dio a entender que él no podía hacerlo, por más hijo de ellos que fuera. O porque no tenía el poder suficiente o porque sus padres no se lo permitían.

Jimin puso una cara de disgusto que hizo reír a los presentes, no es que tuviera problema con volar, tampoco es que lo hubiese hecho antes claro, solo era que le daba un poco de pánico esa idea, pero la aceptaba más que tamizarse.

Una Corte de Sombras y Luz [KookV/ACOTAR ADAP] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora