Una Corte de Sombras y Luz [KookV/ACOTAR ADAP] ©

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 9∙

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Se removió entre las suavidades que lo tragaban sin piedad alguna, como una esponjosa nube, al tiempo que trataba de huir de la luz del sol que entraba por las ventanas. Había tenido un sueño reparador y bastante tranquilo, incluso cuando finalmente se despertó, sus sentidos desperezándose poco a poco, sentía su cuerpo relajado, liviano y totalmente descansado.

Tanto, que incluso le tomó unos minutos recordar dónde estaba y porque su cama se sentía tan distinta a lo habitual, siendo esta mucho más blanda que la suya.

Pestañeó varias veces antes de abrir sus ojos con el ceño fruncido, mirando a través de una de las ventanas el hermoso paisaje tras ella, con prados verdes, algunas mariposas de colores extravagantes revoloteando a su alrededor y de fondo, una inmensa montaña despojada de césped o flores.

Cierto, estaba en Prythian, no en su dormitorio.

Haría bien recordarlo, para la próxima.

Suspiró profundo, sintiéndose ligeramente decepcionado, antes de estirar su cuerpo y girarse sobre esa ridículamente suave como un algodón cama en la que había dormido, admirando con su rostro ligeramente hinchado por el sueño, somnoliento y despeinado el resto del dormitorio.

Para su sorpresa, sus hermanos aun dormían, incluso podía escuchar el leve ronquido de Yoongi que estaba cubierto hasta el cabello con el cobertor esponjoso y las almohadas sobre él. No sabía cómo podía respirar debajo de todo eso.

Jimin tenía la boca ligeramente abierta, cubierto hasta la mitad de su cuerpo, con las almohadas a su lado en una especie de capullo, una de sus manos descansaba en su pecho mientras la otra estaba sobre una de las almohadas que lo rodeaba, abrazándola.

La sola vista de sus hermanos durmiendo tan plácidamente le hizo sonreír con ternura. Por lo general él era el último en despertar, por lo que en esa ocasión agradecía el poder apreciar esa imagen tan peculiar.

Con cuidado de no hacer mucho ruido, se deslizó hacía las afuera de su cama, apartando el cobertor que no recordaba haberse colocado encima antes de dormirse, suspirando de placer cuando sus pies desnudos tocaron la suave alfombra que estaba ligeramente caliente, por el calor que el piso transmitía. No se detuvo a reparar mucho en ese detalle, les preguntaría a las mellizas por eso luego.

Ahora, deseaba ir al baño y cambiarse. Junto a algo de alimento.

Sin embargo, no sabía cómo llamar a las mellizas, ellas habían dicho que las podían llamar con una sola palabra, pero ¿Cuál? ¿debía hacerlo por su nombre o había una forma especial de hacerlo?

De no ser por el dichoso baño al que sólo se podía ingresar a través de esas sombras o mediante la... ¿Cuál era la palabra? ¿Tapizarse? ¿Traspasar? ¿Trepar? No la recordaba. Y sus ropas tampoco estaban, ni las de sus hermanos, las había buscado hasta debajo de la cama, pero no estaban, ni un rastro, ni sus capaz, y con aquello ultimo Taehyung entró ligeramente en pánico.

En su capa estaba su libreta. La que protegía con su vida y la cual tenía aquellos dibujos que no se había atrevido a pintar por capricho propio. La que no dejaba que nadie, excepto sus hermanos tocaran por, si de casualidad, la extraviaba, cosa que no pasaba muy seguido, siempre la traía encima o la dejaba oculta en su dormitorio.

Y el no tenerla a la vista lo estaba poniendo nervioso. No tenía otra opción que salir a buscarla, junto a las mellizas.

Sospesó la idea de abandonar ese dormitorio, teniendo en cuenta que no conocía el sitio y fácilmente podía perderse, pero era una cuestión de vida o muerte, por lo que no tenía otra opción.